Dios aparece mucho más en los orgasmos que en las charlas teológicas.
Valérie Tasso
Jamás acepten los jóvenes que les cercenen el más importante de los derechos que tiene el ser humano, que es la libertad de pensar.
Arturo Umberto Illia
No puedo salvar a nadie, ni como médico ni como hijo. Y como no puedo salvar a nadie, no me puedo salvar a mí mismo.
Chuck Palahniuk
Una mujer sin hijos no puede ser feliz. Amar no es nada; es menester que el amor tenga frutos de bendición.
Émile Zola
No cabe la menor duda de que el derroche ha sido uno de los principales azotes de la ONU. Cada delegado cuesta muchísimo dinero; son hombres muy caros. Curiosamente, un delegado de un país ante las Naciones Unidas recibe más dinero, en sueldo y dietas al año, que lo que recibe su propio jefe de Estado o Gobierno.
Eric Frattini
Las vidas de los ricos son en el fondo tan aburridas y monótonas, sencillamente porque ellos pueden escoger lo que ha de sucederles. Están aburridos porque son omnipotentes... La cosa que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos.
Gilbert Keith Chesterton
La vida es un derecho, no una obligación.
Javier Bardem
Una historia debe tener un comienzo, un medio y un fin, pero no necesariamente en ese orden.
Jean-Luc Godard
Lo importante es estar cometiendo nuevos errores y no los mismos.
Jorge González Moore
La felicidad en el amor no es un estado normal.
Marcel Proust
Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta.
Mariano José de Larra
La televisión goza de un monopolio sobre lo que pasa por la cabeza de una parte significativa de la población.
Pierre Bourdieu
A veces la picardía crioya es sólo desesperación.
Roberto Fontanarrosa
Vamos, demuestra que estoy equivocado. Destruye la tela que forma el Universo. Mira si me importa.
Terry Pratchett
Que los celos invariablemente nacen sin ojos y sin orejas.
Tirso de Molina
La envidia daña al mismo envidioso.
Voltaire