Las palabras nunca son claras cuando el concepto no lo es. La confusión de las palabras es siempre una confusión de los conceptos. No existe un buen significante cuando el significado continúa oscuro.
Valérie Tasso
Nunca me he tomado la molestia de describirme en el Diario, tiene gracia hablar con alguien sin decirle quién se es. Ahora voy a cumplir ese pequeño deber.
Anaïs Nin
Lleve cada uno su culpa y no habrá culpables.
Antonio Porchia
Pienso que Edge es la cabeza del grupo, yo soy el corazón y Adam y Larry son los pies.
Bono
El amor me impulsa y me hace hablar así
Dante Alighieri
Yo estoy asombrado porque más de uno dice que no tengo que volver a la política, si están tan seguros de que la gente no me quiere y no me van a votar, se tendrían que poner contentos.
Domingo Cavallo
Tú rompiste disfraces y máscaras de tal modo que nos tocamos uno al otro.
Efraín Gutiérrez Zambrano
Yo soy rico de aquellos bienes de que puedo muy bien prescindir.
Étienne Vigée
Nada cambiaría mientras el poder siguiera en manos de una minoría privilegiada.
George Orwell
Las horas pasan lentamente como el desfile de un entierro.
Guillaume Apollinaire
Supongo que me podría haber quedado en casa y hornear galletas y tomar tés, pero lo que decidí hacer fue cumplir con mi profesión en la que entré antes de que mi marido estuviera en la vida pública.
Hillary Clinton
La capacidad para cambiar la perspectiva es, sin duda, una de las herramientas más efectivas a nuestra disposición.
Jorge Bucay
Si se habla de naturalidad puede decirse que existe la naturalidad vulgar y la naturalidad exquisita. La naturalidad no siempre es la expresión más usada. La naturalidad es lo que está conforme a la esencia. La costumbre no es natural, y lo mejor no es aquello que se presenta como lo primero, sino lo que debe quedar siempre.
Joseph Joubert
Después de que vi a Dios, no tomé más vino. Yo creía que era verso: no es verso. Está el chabón.
Pappo
En su vida no has de darle consejo al que ha menester dinero.
Pedro Calderón de la Barca
Adoro a los gatos. Son de las pocas criaturas que no se dejan explotar por sus dueños.
Umberto Eco