El signo es un gesto realizado con la intención de comunicarse, es decir, con el fin de transmitir la representación de uno o el estado interior a otro ser.
Umberto Eco
Uno es para siempre responsable de lo que domestica.
Antoine de Saint-Exupéry
Cuando haces una una obra de teatro, después de unos ensayos comienzas a sentir el ritmo, mientras que en el la película el ritmo es arbitraria y debe parecer verdadero.
Austin Pendleton
No es justo que te haya elegido a ti como nuestra guía.
Chiwetel Ejiofor
Las críticas se expresan como ataques personales y no como quejas que puedan dar lugar a un cambio.
Daniel Goleman
En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe.
Eric Hoffer
El deleite del odio no puede compararse al deleite de ser odiado.
Fernando Pessoa
A la república solo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse de lo pequeño y proyectar hacia lo porvenir.
José Ortega y Gasset
¿Cómo es posible que lo que le viene bien al corazón ataque la cabeza?.
Juan Gelman
Dile a tu amo que en César sólo manda César.
Julio César
Lo injusta que es a veces la suerte con los artistas que sueñan con encontrar el Paraíso en este terrenal valle de lágrimas.
Mario Vargas Llosa
Si un cuadro tiene que ser explicado mediante palabras, nada tiene que ver con la pintura.
Maurice de Vlaminck
... leyó esto: Dios es una gran equis sobre la última barrera de los conocimientos humanos; a medida que la ciencia avanza, la barrera se retira. Y escribió al margen: De la barrera acá, todo se explica sin él; de la barrera allá, ni con él ni sin él.
Miguel de Unamuno
La lluvia es triste porque nos recuerda cuando fuimos peces.
Ramón Gómez de la Serna
Las pequeñas mejoras diarias producen con el tiempo increíbles resultados. Yo lo llamo efecto multiplicador. Los pequeños actos inteligentes que se realizan todos los días se multiplican hasta alcanzar un éxito inimaginable.
Robin S. Sharma
En ese momento, al verle sonreír, caí en la cuenta de que deseaba gustarle. Del resto, de su mano sobre mi cara, de sus dedos recorriéndome el brazo... Aún no estaba segura en absoluto. Pero deseaba agradarle y que él pensara bien de mi.
Stephenie Meyer