La humanidad no puede vivir sin ideales. Si no tuviera más ideales, habría habido una mutación de la especie. Hay momentos de ceguera e inconsciencia, pero uno se puede despertar de esos momentos.
Tzvetan Todorov
Cualquiera puede ser padre; pero sólo un hombre de verdad puede ser papá.
Anónimo
Los mayores nunca entienden nada de sí mismos, y resulta pesado para los niños tener que estar explicándoles siempre las cosas.
Antoine de Saint-Exupéry
Tú te has llevado tu olor a bosque y el gusto de la vida.
Antonio Gala
Cuando se dijo por primera vez que el sol permanecía fijo y que el mundo giraba, el sentido común de la humanidad declaró la doctrina falsa; pero el viejo dicho vox populi, vox Dei, como todo filósofo sabe, no puede ser confiado a la ciencia.
Charles Darwin
Uno de los objetivos fundamentales del marxismo es eliminar el interés, el factor interés individual y el lucro desde las motivaciones psicológicas.
Che Guevara
Estudiar el Budismo es estudiarse a si mismo. Estudiarse a si mismo es olvidarse de si mismo.
Dōgen Zenji
Aquel monarca que de sus consultas elige por bueno lo que votaron los más, es esclavo de la multitud, debiendo serlo de la razón.
Francisco de Quevedo
La literatura es el medio de expresión de la sociedad, del mismo modo que la palabra lo es del hombre.
Louis de Bonald
No se de que se trata, pero me opongo.
Miguel de Unamuno
La política es el arte de engañar.
Nicolás Maquiavelo
La mujer que nos abandona cuando mayor era nuestro amor, nos ahorra meses o años de pequeñas desilusiones. El hombre es ingrato para éste como para otros favores.
Paul Bourget
Es preciso que el educando vaya asumiendo el papel de sujeto de la producción de su entendimiento del mundo y no sólo el de recibidor de lo que el profesor le transfiera.
Paulo Freire
Felicito al tapicero que te ha hecho el traje, eres el primer concursante que viene vestido de sofá
Risto Mejide
He tenido un momento muy emocionante, me casé por amor.
Rose Kennedy
De niños, nuestras vidas fueron gongs golpeados; clamor y alarde; llanto de desesperación; palmadas en la nuca en los jardines.
Virginia Woolf