Para mí la vanidad es una dolencia tan superficial, que basta con rascarme un rato para que se me quite.
Tristan Bernard
Más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza.
Baltasar Gracián
La erudición de cosas modernas suele ser más picante que la antigua, y más bien oída, aunque no tan autorizada. Los dichos y hechos antiguos están muy rozados; los modernos, si sublimes, lisonjean con su novedad; dóblase la ilustración con la curiosidad y con la ingeniosa acomodación.
Como la lluvia penetra en una casa con mal tejado, así el deseo penetra en el corazón mal entrenado.
Buda Gautama
Por simple sentido común no creo en Dios, en ninguno.
Charles Chaplin
Juicio no es el conocimiento de las leyes fundamentales; es saber cómo aplicar a ellos un conocimiento.
Charles Gou
La pluma es más fuerte que la espada.
Edward Bulwer-Lytton
¿Cuándo nos desacostumbraremos de la costumbre de explicarlo todo?
Francis Picabia
El temor no hace que no suceda lo que recelamos.
Francisco de Quevedo
Mi lucha cotidiana vale la pena, pero es sin embargo un combate que nunca concluiré.
Hugh Prather
La política es el arte de controlar tu entorno.
Hunter S. Thompson
¿Me amarás? Murmuraste. Lenta y grave vibró en mis labios la promesa suave de la dulce, la amable moabita. Y fue como un ¡amén! En ese instante el toque de oración que alzó vibrante la rítmica campana de la ermita.
Juana de Ibarbourou
Cada instante que pasa nos arrebata un pedazo de rostro.
Oscar Wilde
El fin del derecho es la paz, y la lucha el medio para alcanzarla.
Rudolf von Jhering
Pero ella, por supuesto, me veía tumbada en la cama; y como dirá cualquiera que haya estado enamorado, es en la cama donde uno sueña; en la cama, a oscuras, cuando nadie ve que se te ponen coloradas las mejillas, aflojas el manto de represión que mantiene tu pasión atenuada a lo largo del día, y la dejas brillar un poco.
Sarah Waters
Recuerde, nuestros corazones son uno. Incluso cuando estamos en guerra unos con otros, nuestros corazones están siempre laten al unísono.
Yoko Ono