Keynes demostró que ni el capitalismo ni el liberalismo sobrevivirían mucho tiempo el uno sin el otro.
Tony Judt
Mi complejo de superioridad es mejor que el tuyo.
Anónimo
Para mí, la fe comienza al darse cuenta de que una inteligencia suprema creó el universo e hizo al hombre. No me resulta difícil tener esa fe, pues es incontrovertible que todo plan es fruto de una inteligencia.
Arthur Compton
El matrimonio es la escuela segura del orden, de la bondad, de la humanidad, que son cualidades mucho más necesarias que la instrucción y el talento.
Conde de Mirabeau
Nunca les dejaré hacerte daño, lo prometo.
Gerard Way
El suicida es el antípoda del mártir.
Gilbert Keith Chesterton
Mientras sea factible la razón humana, y el hombre sea libre de ejercerla, se formarán distintas opiniones. Mientras siga existiendo un vínculo entre su raciocinio y el amor que siente hacia sí mismo, sus opiniones y pasiones se influirán recíprocamente, y las primeras serán objeto del apego de las segundas.
James Madison
El vicio es un error de cálculo en la búsqueda de la felicidad.
Jeremy Bentham
Yo pienso como mi tierra, decía un propietario; palabras rebosantes de sentido y que a diario podemos aplicar. Unos piensan, en efecto, como su tierra, otros como su tienda, éstos como su martillo, y aquéllos como su bolsillo vacío y con hartas ganas de volver a verse lleno.
Joseph Joubert
Adondequiera lleven los hados, la virtud los seguirá decididamente.
Lucano
Nunca deberías tener expectativas con respecto a los demás. Simplemente sé bondadoso con ellos.
Pema Chödron
La libertad no esta para mi en la renunciación. Yo siento su abrazo en infinitos lazos deleitables.
Rabindranath Tagore
¿Y existe el Infierno, o acaso nos forjamos uno propio en la tierra?
Stephen King
Pero todo espíritu que no confiese que Jesucristo se ha hecho carne; no es Cristo; y éste es el espíruto del Anticristo.
Thomas Hobbes
La oración es para el alma lo que el alimento es para el cuerpo.
Vicente de Paul
El campo de batalla principal del bien no es el espacio abierto de una arena pública, sino el pequeño claro que hay en el corazón de cada uno.
Yann Martel