El amante valiente no sucumbe a las tentaciones, ni hace caso de las hipócritas sugerencias del enemigo.
Tomás de Kempis
El carnaval parecía extenderse desde Venecia a lo largo de todas aquellas encantadoras playas, y el río estaba cubierto de naves que se dirigían hacia la ciudad, exhibiendo la diversidad fantástica de las máscaras. Hacia la caída de la tarde vieron con frecuencia grupos de danzantes bajo los árboles.
Ann Radcliffe
Los modales hacen al hombre.
Colin Firth
Mi hija no nació con una cuchara de plata en la boca, pero ahora tiene una.
Eminem
No hay límites a lo que la ciencia puede explorar.
Ernest Solvay
La suerte de tener talento no es suficiente; uno debe también tener un talento para la suerte.
Hector Berlioz
A las chicas católicas les gusta parecer un poco más recatadas de lo que son.
Jo Nesbø
El problema de la vida es que hay tantas mujeres hermosas y tan poco tiempo.
John Barrymore
Cojo flores para las novias. ¿Quieres una? - ¿Una novia o una flor?
Louisa May Alcott
A quien se le planta y siembra con la predicación, se le riega y vivifica con el bautismo y se le alimenta con la cena del Señor.
Miguel Servet
La Asamblea Constituyente cometió una gran tontería al abolir la nobleza, lo que humilla a todo el mundo. Yo he hecho algo mejor: he convertido en nobles a todos los franceses, todos pueden sentirse orgullosos.
Napoleón Bonaparte
Todas las almas magnánimas, nobles y abnegadas, las almas capaces de cosas grandes y dignas de aparecer en los primeros puestos, comprenden, aceptan y soportan sin dificultad la subordinación.
Numa Boudet
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Og Mandino
Cuando el segundo reloj del trayecto marca la misma hora que el reloj que vimos antes, nos hemos ahorrado el trayecto.
Ramón Gómez de la Serna
El hombre que se puede calentar a buena lumbre y se deja ahumar, y el que puede beber buen vino y lo bebe malo, y el que puede tener buena vestidura y la tiene astrosa, y el que quiere vivirpobre por morirrico; aquel sólo y no otro podremos llamar avaro y mezquino.
Ricardo García Damborenea
¡Filosofía, dulce leche de la adversidad!
William Shakespeare