Un hombre tiene libertad de elección en la medida en que es racional.
Tomás de Aquino
En siendo gusto, señora, no importa que no sea bueno; que la voluntad no tiene razón para un deseo.
Agustín Moreto
Los demócratas burgueses condenan con énfasis los métodos bárbaros de sus vecinos, y sus acusaciones impresionan tanto a sus auditorios que éstos olvidan que tales métodos se practican también en sus propios países.
Bertolt Brecht
Poseo luego existo.
Carlos Monsiváis
¡Voy a sobrevivir! No voy a caer en la desesperación, voy a mantenerme firme hasta que tenga la oportunidad de ser libre.
Chiwetel Ejiofor
Un buen matrimonio es diferente que un matrimonio feliz.
Debra Winger
Allí donde se retuerce y se curva el Dragón, por ser una sede cercana a la Verdad, se coloca la Prudencia con sus damiselas Dialéctica y Metafísica; a su alrededor se hallan a la derecha la Astucia, Disimulo y Malicia y a la izquierda la Estupidez, la la Inercia, la Imprudencia.
Giordano Bruno
Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más valioso que tenemos, lo esencial de lo que permanece cuando ya no se puede nada.
Jean Yves Leloup
La alegría compartida es como una doble alegría.
John Ray
Aquellos dominios de la acción que se han especializado en la transmisión de cultura, la integración social o la socialización de los jóvenes descansan sobre un medium de acción comunicativa y no pueden ser integrados ni por el poder ni por el dinero. Toda comercialización o burocratización generará, entonces, distorsiones, efectos colaterales patológicos.
Jürgen Habermas
Todos nos transformaríamos sin nos atreviéramos a ser lo que somos.
Marguerite Yourcenar
Nuestro pasado nos presenta el futuro.
Max Lucado
Los grandes políticos deben su reputación, cuando no a la pura casualidad, a circunstancias que ellos mismos no podían prever.
Otto von Bismarck
La duda lleva al examen, y el examen a la verdad.
Pedro Abelardo
En París es distinto. La gente se aleja, la gente se va empequeñeciendo, y uno tiene tiempo, aunque no quiera, de decirle adiós. En África no, allí la gente habla, te cuenta sus problemas, y luego una nube de humo se los traga y desaparece, como desapareció Belano aquella noche, de golpe.
Roberto Bolaño
Mientras mas envejecemos más aprendemos.
Solón