Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.
Tomás de Aquino
Un hombre, por regla general, le debe muy poco al entorno donde nació. Un hombre es lo que él hace de sí mismo.
Alexander Graham Bell
Vivir un momento estresante no es lo mismo que vivir estresado. Lo primero es normal, inesperado y generado por el ambiente, mientras que lo segundo, vivir estresado, es tóxico, buscado y generado por nosotros mismos porque se ha convertido en un hábito y no sabemos vivir de otra manera.
Bernardo Stamateas
Mejor no tener lógica que sentimientos.
Charlotte Brontë
La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.
David Hume
La amistad profunda implica el riesgo de dejarse conocer y abrirse.
Enrique Rojas
La luz es para todos los ojos; pero no todos los ojos son para la luz.
Ernst von Feuchtersleben
Amo; por lo tanto creo.
George Sand
Todos encontrarían su propia vida mucho más interesante si dejaran de compararla con la vida de los demás.
Henry Fonda
La esperanza de una felicidad eterna e incomprensible en otro mundo, es cosa que también lleva consigo el placer constante.
John Locke
La alegría es, ante todo, fomento de la salud.
Joseph Addison
Administrar su casa; en eso consiste la verdadera ciudadanía. Eso es tomar verdaderamente parte en el gobierno general de la ciudad, ejercitar los hermosos derechos y hacer más fácil la marcha de los negocios públicos. Cada cabeza de familia debería ser pontífice y rey en su casa.
Joseph Joubert
Dios puede que no juega a los dados con el universo, pero algo extraño está pasando con los números primos.
Paul Erdős
¿Tendremos la fuerza de voluntad necesaria para llevar a cabo una reforma seria del sistema financiero? Si no, la crisis actual no será algo puntual, sino el patrón que seguirán los acontecimientos venideros.
Paul Krugman
El miedo a ser distinto es lo que inhibe a la gente y le impide buscar nuevas formas para resolver sus problemas.
Robert Kiyosaki
La situación era incómoda y sin embargo a los pocos segundos noté con espanto que mi naturaleza, divorciada de mi intelecto, de mi alma, incluso de mis peores deseos, endurecía mi verga hasta un límite imposible de disimular.
Roberto Bolaño