El amor no es una pasión, porque ninguna virtud es pasión, y todo amor es cierta virtud.
Tomás de Aquino
Los deseos del hombre aumentan con sus adquisiciones.
Ben Jonson
Que tengan fronteras los conocimientos científicos, según las previsiones es imposible.
Dmitri Mendeléyev
Yo me voy de la política, se terminó para mí, no quiero saber más nada.
Eduardo Duhalde
Nadie es feliz durante toda su vida.
Eurípides
El diablo es simplemente la ociosidad de Dios cada siete días.
Friedrich Nietzsche
Las mujeres siempre intrigan en secreto contra el alma superior de sus maridos; siempre quieren apartarles de su futuro con el cebo de un presente cómodo y libre de sufrimiento.
Debes estimar como cosa torpísima el anteponer la vida al honor, y por salvar la vida perder la razón de vivir.
Juvenal
La mujer participa con su sexo en todas las cosas de la vida. A veces en el amor.
Karl Kraus
Me sentía fatal, pero sabía que lo que tomaba y lo que me hacía sentir que me moría me estaba salvando la vida.
Lance Armstrong
Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora.
Marcelo Bielsa
Si existe un Dios, ¿qué importa la forma en que los hombres le adoren?
Marqués de Sade
Si inocente una mujer no hay desdicha que no aguarde, ¡valgame Dios, qué cobarde la culpa debe de ser!
Pedro Calderón de la Barca
Mientras el Presidente miente contra quienes denunciamos con pruebas contundentes, y seduce de manera encantadora con diminutivos perversos y un lenguaje sacerdotal antioqueño, esas carnitas y esos huesitos tienen que empezar a asumir la responsabilidad de un gobierno rodeado de hampones nombrados por él.
Piedad Córdoba
El cobarde se llama a sí mismo prudente.
Publilio Siro
Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también.
Walt Whitman