La verdad puede ser eclipsada, pero nunca se extingue.
Tito Livio
¡La vanidad!.. ¡He aquí un vicio tan cruel, y al mismo tiempo tan estúpido, que hace que la felicidad nos abochorne!
Alphonse de Lamartine
Porque sólo tengo un mal barco me llaman pirata; y porque tú tienes una gran flota te llaman conquistador.
Anónimo
Los juramentos de los enamorados no llegan a los oídos de los dioses.
Calímaco de Cirene
Quiero tranquilizaros: he pasado el índice de masa corporal. Por lo tanto, puedo actuar esta noche tranquilo, y después cenar incluso.
David Trueba
¿Qué será de mi vida mañana, cuando el loco afán de ayer se vaya muriendo poco a poco?
Enrique González Martínez
Cinco grandes enemigos de la humanidad están dentro de nosotros mismos: la avaricia, la ambición, la envidia, la ira y el orgullo. Si nos despojamos de ellos, gozaremos de la más completa paz.
Francesco Petrarca
Y luego, con fuerzas aplastadoras, volvió a mi mente la idea de mi situación, el recuerdo de mi esposa y el de la vida de esperanza y ternura que había cesado para siempre.
H. G. Wells
El espejo de la utopía nos proporciona una especie de teoría critica que ninguna mera política práctica ni filosofía sistemática pueden esperar desarrollar.
Hakim Bey
Desde un punto exterior a un recta, en un papel, es posible trazar varias perpendiculares. Eso sí, hay que estar muy borracho.
Jaume Perich
Un pájaro con cien plumas no se puede mantener, y un escribano con una mantiene casa y mujer.
Melchor de Palau
Quien guarda silencio ante lo que está pasando se convierte en cómplice.
Miguel Ángel Revilla
Nuestras doctrinas no suelen ser sino la justificación a posteriori de nuestra conducta, o el modo como tratamos de explicárnosla para nosotros mismos.
Miguel de Unamuno
La ternura no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor.
Papa Francisco
Tengan los muertos la inmortalidad de la fama, pero sea para los vivos la del amor.
Rabindranath Tagore
Es una necedad y una vergüenza responder antes de escuchar.
Salomón