La guerra es justa para aquellos a quienes es necesaria, y son sagradas las armas de aquellos a quienes no queda otra esperanza.
Tito Livio
Somos una gran república. Obligar a los jóvenes a leer sólo libros mexicanos sería un intrépido acto de nacionalismo - y una insigne tontería.
Antonio Alatorre
Cuanto más feas son las prendas, peores son los lugares en los que tenemos que posar para que resulten bonitas.
Chuck Palahniuk
La multiplicidad de leyes es muy dañosa a las repúblicas, porque en ellas se fundaron todas y por ellas se perdieron casi todas. En siendo muchas, causan confusión y se olvidan, o, no pudiéndose observar, se desprecian.
Diego de Saavedra Fajardo
No quieras saber... En amor, como en religión, el saber está muy cerca de la herejía.
Jacinto Benavente
Cantaba regular, pero movía el culo con un swing que derretía el hielo de las copas.
Joaquín Sabina
Tarde o temprano seguro que la naturaleza se vengará de todo lo que los hombres hagan en su contra.
Johann Heinrich Pestalozzi
No voy de capitán Raro. Hago lo que hago, nada más.
Johnny Depp
La crisis actual ha descubierto defectos fundamentales en el sistema capitalista, o por lo menos en la peculiar versión del capitalismo que surgió en la última parte del siglo XX en Estados Unidos.
Joseph Stiglitz
Con pensamientos claros y limpios y la práctica del bien seréis hombres transparentes y justipreciados, como el agua de las fontanas de las altas montañas, como el rocío que desciende del firmamento y se acuna y brilla en la mañana, como el diamante que resiste duros golpes y continúa impertérrito irradiando esplendores y venciendo las agresiones de la sombra y la tiniebla.
Luis Alberto Costales
La felicidad y la desgracia suele depender más de lo que somos que de lo que nos ocurre.
Multatuli
Todo lo que tengo es una voz y la esperanza de miles que me lanzan a ultranza su confianza.
Nach
Tenga cuidado con la forma en que quita la esperanza a otro ser humano.
Oliver Wendell Holmes
Es el trabajo del artista crear luz cuando el sol falla.
Romain Rolland
Para que una película parezca prodigiosa a los espectadores hay que acabar el repugnante ritmo cinematográfico actual, esta convencional y enojosa retórica del movimiento de la cámara. ¿Cómo creer en el más banal de los melodramas cuando la cámara sigue al asesino por todas partes en trávelin, hasta el lavabo donde va a lavarse la sangre que mancha sus manos?
Salvador Dalí
La culpa era de las mujeres. Las mujeres hacen que la civilización sea imposible con todo su encanto y demás tonterías.
Virginia Woolf