Lesbia tiene una mirada centelleante, pero nadie sabe por quién centellea.
Thomas Moore
Desear la inmortalidad es desear la perpetuación de un gran error.
Arthur Schopenhauer
Gracias América... Dios os bendiga. Dios bendiga a Estados Unidos.
Barack Obama
Boca amarga porque imposible, dulce boca (no probaré), ríes sin beso para mí, besas a otro con seriedad.
Carlos Drummond de Andrade
Lo que está necesitado de cambio es el sistema escolar, no los niños. Si hace que su hijo esté muy capacitado y sea muy inteligente, le ayuda a estar protegido contra la escuela. Todos los genios lo estuvieron.
Glenn Doman
Pero estas reflexiones rara vez ocuparon mi mente; me abandonaba al paso de las horas y, si alguna vez me embargaban pensamientos desagradables, los desechaba rápidamente. Cuando admiraba el verde recinto en que me hallaba prisionero, me inclinaba a pensar que estaba en un valle de ensueños y que más allá de las montañas sólo había un mundo de ansiedad y preocupaciones.
Herman Melville
Tengo un profundo desprecio por el separatismo.
Imanol Arias
Mis ideas se conforman con las de usted y nada me anima mas que el bien de la Patria, cuya inclinación conozco en usted auxiliada de las luces que yo quisiera tener.
Manuel Belgrano
En Estonia había muchas chicas simpáticas pero no he sido capaz ni de clavar un clavo.
Marco Simoncelli
El aplauso crea una responsabilidad permanente.
Mercedes Sosa
El amor compadece, y compadece más cuanto más ama.
Miguel de Unamuno
Siempre existe una fatalidad en las buenas resoluciones. Siempre son tomadas demasiado pronto.
Oscar Wilde
La importancia del matrimonio no se deriva de que los adultos produzcan niños, si no de que los niños produzcan adultos.
Peter de Vries
En la batalla de las ideas muere la gente.
Stanisław Jerzy Lec
Felicidad es una palabra, no creo que haya mucha gente feliz.
Tita Merello
Si te contara todo lo que hago con tu querido retrato te reirías. Por ejemplo, cuando lo saco de su calabozo, le digo: ¡buen día, tesoro!, buen día, buen día; mocosa, pícara, nariz de punta, chichecito.
Wolfgang Amadeus Mozart