Pero comprendo mal cómo puede usted creer que un corazón tan desesperado, un espíritu tan frío, puede estar dotado para la música.
Thomas Mann
El que se mueve no sale en la foto.
Alfonso Guerra
Economía: Compra del barril de whisky que no se necesita por el precio de la vaca que no se tiene.
Ambrose Bierce
No le tengo miedo a la muerte, a lo que sí le tengo respeto es al trance, el ir hacia allá. Confieso que tengo curiosidad por saber de qué se trata.
Atahualpa Yupanqui
Quiero conquistar todavía muchas cosas en un club que me da la garantía de mejorar como jugador y ganar más trofeos.
Cristiano Ronaldo
Si no dices la verdad por buen corazón, dila al menos por cordura.
Emanuel Geibel
Nena, tú estás metida en una jaula. Tú misma la construiste. Y tus límites. No importa a dónde huyas, te enjaularás en tu propio ser.
George Peppard
No es ningún arte ser un hombre sincero, cuando se tiene diariamente sopa que tomar a cucharadas.
Heinrich Böll
Si usted quiere componer el libro, aquí tiene pluma, aquí tiene papel, aquí tiene un admirador; pero, si solamente quiere leerlo, quédese quieta, vaya de línea en línea; admito que bostece entre otros capítulos, pero espere el resto, tenga confianza en el relator de estas aventuras.
Joaquim Machado de Assis
Lejos un trino. El ruiseñor no sabe que te consuela.
Jorge Luis Borges
El pueblo que no tiene un líder destacado no difiere de un huérfano.
Kim Jong-il
Son esas luchas, esas nobles rivalidades de los partidos, las que engendran las buenas instituciones, las depuran en la discusión, las mejoran con reformas saludables y las vigorizan con entusiasmos generosos que nacen al calor de las fuerzas viriles de un pueblo.
Leandro Alem
Las dichas que se ganan juzgo quimeras; sólo las que se pierden son verdaderas.
Manuel del Palacio
Sé bueno a causa de tu energía; nunca seas bueno a causa de tu debilidad.
Osho
No digo que verdad sea mi deshonra; mas quien tiene sangre hidalga, no ha de aguardar a creer, que el imaginar le basta.
Pedro Calderón de la Barca
Habrá seres humanos con minirrobots en el cerebro.
Raymond Kurzweil