Cumplir la ley es mejor que hacerla.
Thomas Jefferson
La palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. La palabra es lo que nos salva.
Ana María Matute
Todo puede falsificarse. La alegría, el dolor, el odio, la enfermedad, la recuperación... hasta el amor.
Donald Sutherland
Hay en el corazón humano ciertas semillas de probidad que el bien público las desarrolla, el amor a la patria las fertiliza, y las hace fructificar la ocasión de coyuntura de mirar por su adelantamiento y felicidad.
Eugenio Espejo
Si tienes siempre tenso el arco, lo romperás muy pronto.
Fedro
Todas las formas de explotación son idénticas, porque se aplican, todas por igual, al mismo objeto: el hombre.
Frantz Fanon
Toda maldad es vengada en la tierra.
Goethe
Dar la felicidad y hacer el bien, he ahí nuestra ley, nuestra ancla de salvación, nuestro faro, nuestra razón de ser.
Henri-Frédéric Amiel
La religión verdadera es precisamente la que no se debe profesar en voz alta para recibir el consuelo del que a veces -raras veces- no se puede prescindir.
Italo Svevo
Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.
Jacques-Yves Cousteau
Yo era agresivo, básicamente. Elegí vivir la vida de un recluta solitario. No conviví con nadie porque no podía soportar la estupidez.
Kurt Cobain
Las mujeres son seres de cabellos largos e ideas cortas.
Pierre Joseph Proudhon
Yo creo que hemos pasado tanto tiempo intentando hacer que August piense que es normal que ahora piensa que es normal. El problema es que no es normal.
R. J. Palacio
El pueblo que no lucha por su Derecho, no merece tenerlo.
Rudolf von Jhering
No sería quien soy sin haber visto tanto mundo. Llevo en mis retinas los sangrantes Cristos españoles, los Budas inmensos, las ciudades, los bosques y las aldeas, los mares semejantes que llevan a distintos nombres.
Silvina Bullrich
Y de nuevo volvió a sentir que la vida volvía a tener suficiente fuerza para arrastrarla y hacerle reemprender sus tareas, de la misma manera que el marinero ve, no sin cierto tedio, cómo el viento vuelve a henchir su vela pero no siente el deseo de irse otra vez, y piensa que si el barco se hundiera, bajaría con él girando y girando hasta encontrar descanso en el fondo del mar.
Virginia Woolf