Prefiero los sueños del porvenir a la historia.
Thomas Jefferson
Zapatero ha resultado ser un Bambi no de peluche, sino de acero.
Alfonso Guerra
Siempre los madrugadores llevarán ventajas incalculables a los perezosos.
Antonio Ferrer del Río
La propaganda es el mecanismo por el cual se diseminan las ideas a gran escala, en el sentido amplio de un proyecto organizado para extender una creencia o una doctrina en particular.
Edward Bernays
No se te ocurra construir tu vida sobre la mentira y el silencio. Es lo peor, te lo aseguro.
Fernando Aramburu
Creyendo lo peor, casi siempre se acierta.
Francisco de Quevedo
En este mundo siempre hay peligros para quien les tiene miedo.
George Bernard Shaw
La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella.
Haruki Murakami
El toreo es el único arte que juega con la muerte.
Henry de Montherlant
¡Cuántas cosas haría usted si tuviese algunos cientos de miles de francos!, le dijo un día un amigo al ver cómo progresaba el instituto. Y Marcelino respondió: Si Dios nos envía cincuenta buenos hermanos, las haría mayores y mejores; lo que nos falta no es dinero, sino buenos hermanos. Una comunidad es suficientemente rica cuando sus miembros son buenos, y eso es lo que pido a Dios todos los días.
Marcelino Champagnat
Si empieza a fingir que se divierte igual lo consigue accidentalmente.
Michael Caine
Una organización que provee los bienes y servicios a la gente y se anticipa a lo que sucederá en el ambiente, eso es el gobierno, eso es lo que debería ser.
Peter Joseph
Nadie puede justificar, por ningún motivo, la matanza indiscriminada de civiles indefensos. Ninguna causa o bandera puede validar el uso del terror asesino en contra de mujeres, hombres y niños.
Rigoberta Menchú
Cuanta más gente encuentro, más feliz soy. Con la criatura más insignificante, uno aprende, se enriquece, saborea mejor su felicidad.
Samuel Beckett
La muerte es un momento, la vida muchos.
Tennessee Williams
La comida no sólo alimenta mi cuerpo, sino que también alimenta mi alma, mi consciencia y mi espíritu.
Thich Nhat Hanh