Creo, sinceramente, como tú, que los sistemas bancarios son más peligrosos que los ejércitos.
Thomas Jefferson
¿Tu me ves a mí un hombre de no tener hambre?
Alberto Chicote
Cuando un investigador ha desarrollado una fórmula que da una representación completa de un fenómeno dentro de un cierto rango, puede darse por satisfecho... No puedo averiguar nada más sobre la Naturaleza de lo que aparece en esta línea.
Arthur Stanley Eddington
Ahora él camina por aquel camino tenebroso al lugar de donde afirman no vuelve nadie.
Catulo
El vicio es lo que más arruga.
Enrique Jardiel Poncela
El hombre es rico desde que se ha familiarizado con la escasez.
Epicuro
Me he levantado a aplaudir solo con dos goles; el de Zidane, en la novena y el de Jesé
Florentino Pérez
Dónde irás ilusión... ¡Dónde irás a ocultar el amor!
Homero Manzi
Siempre he creído que el cerebro es como un desván, un espacio que guarda hechos. Pero como es un espacio finito, sólo almacenas en el lo necesario para tener la mejor versión de ti mismo. Es importante que no haya hechos intrascendentes. La cháchara de la reunión del grupo de apoyo, por ejemplo, quita sitio a lo trascendental.
Jonny Lee Miller
No he matado a nadie sólo erré un penalti.
Juan Román Riquelme
Nada es tan urgente, nena, nada tan importante, nada merece mas la pena que el instante que tenemos delante.
Kase.O
Lo cierto es que creer en Dios es hoy, ante todo y sobre todo, para los creyentes intelectuales, querer que Dios exista.
Miguel de Unamuno
Yo fui un niño de la guerra. Conocí las llamas privaciones: no me veía privado de postre por una travesura, sino de pan, de leche, de carne, de electricidad, de libertad. Cuando los alemanes fueron obligados a volver a su país, me abalance sobre las cosas como un muerto de hambre. Estaban de moda los cineclubes y nos atiborramos de películas, de análisis crítico, a veces militante.
Pierre Sansot
El capitalismo puede llegar a destruir a la especie humana.
Santiago Carrillo
Jamás descubriríamos cosa alguna si nos contentásemos con lo descubierto.
Séneca
Ni siquiera sabía su nombre. Y si no sabía su nombre, entonces no supe nada y jamás he sabido absolutamente nada, puesto que lo único que quería saber era su nombre, y cómo no iba a dejarme ajando, había estado haciendo el amor con una mujer que ni siquiera sabía su nombre.
Toni Morrison