... de qué modo les habló Dios es algo que no resulta claro.
Thomas Hobbes
La verídica poesía es uno de los medios privilegiados entre el inconsciente del poeta y ese objeto escrito y oral que es el poema, el cual pasa a producirse en la realidad externa y es una de las expresiones del inconsciente.
Armando Uribe Arce
Mi fe es una parte importante de mi vida y con los años he aprendido que se necesita un hombre orgulloso de decir que no necesita nada. Ha sido una fuerza tranquila y de la columna vertebral a través de un montón de momentos difíciles.
Bear Grylls
El hundimiento del comunismo no significa automáticamente la bondad del capitalismo.
Benedicto XVI
Compatriotas: vuestro honor, vuestra felicidad, reclaman imperiosamente vuestra más eficaz cooperación.
Francisco de Paula Santander
El hombre puede renunciar a todos los placeres que quiera, pero no va a renunciar a su sufrimiento.
George Gurdjieff
Sabe, si alguna vez tus labios rojos quema invisible atmósfera abrasada, que el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer
A la puta calle, ¡venga! Siempre me toca al más tonto al lado.
Jesús Gil y Gil
La docencia secundaria y universitaria, tanto por su función como por su estructura, tiende a crear una burocracia conservadora.
José Carlos Mariátegui
El matrimonio es un 97 por 100 de conversación.
Oscar Wilde
Es como preguntar por qué la Novena Sinfonía de Beethoven es hermosa, si uno no piensa que lo es, nadie se lo puede explicar.
Paul Erdős
A eso que algunos llaman libertad, otros llaman licencia.
Quintiliano
Mejor es hacer a otros herederos, que buscar a quien heredar.
Séneca
Dios mío, que me sea dado no olvidarme de aquellos ojos. Que el iris viva en mi corazón como si mi corazón fuese de tierra y el iris una planta.
Silvina Ocampo
Si pudiéramos embotellar tu mala fortuna tendríamos entre manos un arma de destrucción masiva.
Stephenie Meyer
El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.
Umberto Eco