La primera enumeración de todos los Libros, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, está en los cánones de los apóstoles, que se supone fueron compilados por Clemente, el primer obispo de Roma, después de San Pedro.
Thomas Hobbes
¡La imaginación de la vejez para inventar fealdades!
Adolfo Bioy Casares
Comprender es el principio de aprobar.
Baruch Spinoza
Las huelgas, cuandoquiera y dondequiera que surjan, merecen el respaldo de todos los compañeros de trabajo Ellas muestran que la gente está empezando a conocer sus derechos y, conociéndolos, se atreven a mantenerlos.
Benjamin Tucker
La creatividad es más que ser simplemente diferente. Cualquiera puede hacer extravagancias, eso es fácil. Lo difícil es ser tan simple como Bach.
Charles Mingus
Estoy cada vez más convencido de que la música no es, en esencia, una cosa que se puede emitir en forma tradicional y fija. Se compone de los colores y ritmos.
Claude Debussy
Hay gente que piensa que los pollos nacen trozados.
David Castro
Cuando las lluvias frías persistían y mataban la primavera, era como si una persona joven muriera sin razón.
Ernest Hemingway
El proceso cultural es un proceso de domesticación que no puede llevarse a cabo sin rebeldía por parte de la naturaleza animal, ansiosa de libertad.
Ernesto Sabato
Si una persona se muestra condescendiente y cortés con un extranjero, demuestra que es un ciudadano del mundo.
Francis Bacon
La idea de Cristo es mucho más antigua que el cristianismo.
George Santayana
Hablas como si eso estuviese dentro de mi voluntad, como si me quedara elección, Frederick. No es ése el caso. No tengo ninguna elección. No fui yo quien escogió la magia: ella me escogió a mí.
Hermann Hesse
De todos los cafés del mundo, ¡ella entra al mío!
Humphrey Bogart
La pereza y la pobreza han sido siempre reprochables; por eso, cada cual procura lo mejor que puede ocultar su pobreza de los ojos ajenos y su pereza de los propios.
Samuel Johnson
Cuanto más trabajas, más difícil es rendirse.
Vince Lombardi
La muerte es el enemigo. La muerte es contra lo que cabalgo con la espada envainada y el pelo flotando al viento.
Virginia Woolf