Cumple el deber que tengas más a mano, y que se manifieste claramente como tal deber. El siguiente se te aparecerá aún más claro.
Thomas Carlyle
Oriente y Occidente deben unirse para complementarse uno al otro en lo que les falta. Esta unión traerá consigo la verdadera civilización, en la que lo espiritual se expresa y se lleva a cabo en lo material.
Abdu'l-Bahá
La vida es una escuela iniciática.
Alejandro Jodorowsky
El cristianismo arruinó emperadores, pero salvó pueblos.
Alfred de Musset
La más extraordinaria habilidad que Dios le ha dado al ser humano, la capacidad de creer en cosas buenas que nos van a pasar, pero que aún no han ocurrido.
Bernardo Stamateas
Si la llamo ramera, seguiríamos siendo amigos.
Carrie-Anne Moss
Se debe empezar pronto a ser viejo si se quiere serlo mucho tiempo.
Cicerón
Las heces amargas de la fortuna se pierden en el drenaje.
Homero
¿Queréis que vuestros méritos se conozcan? Alquilad un coche y corred de puerta en puerta: así es como se consigue la celebridad. Echaos la cuenta de que conviene más ser charlatán que hábil.
Jean-Jacques Rousseau
Pobre. La más pobre de las regiones ¡Pero sientan este frescor!
Kobayashi Issa
Y déjame que decida que la vida fue el único error. Déjame a mi suerte pues no hay muerte si no hay también perfección de La noche más larga del año. Desaparezca aquí.
Nacho Vegas
La base del éxito en la vida es la buena salud.
Phineas Taylor Barnum
Yo no he podido llegar a distinguir dónde empieza y dónde acaba la explotación.
Pío Baroja
Sí así son las cosas, cuanto más pequeñas más tiernas, más suaves, más maravillosas. Sí como tu mirada que cruza la mía y me lo dice todo sin decirme nada.
Rosana
Un velo es más provocativo que el cuerpo desnudo, pues la sutileza resulta más deseable que la desvergüenza. Una mujer nunca debe darlo todo, ni siquiera simuladamente, excepto por un breve instante.
Taylor Caldwell
No puede haber ninguna duda que desconfiar de las palabras es menos nocivo que la confianza injustificada en ellas. Además, desconfiar de las palabras, y acusarlas de los horrores que podrían hibernar discretamente dentro de ellas - ¿no es esto, después de todo, la verdadera vocación del intelectual?
Václav Havel