Obedecer es el deber nuestro, es nuestro destino, y aquel que no quiera someterse a la obediencia será necesariamente despedazado.
Thomas Carlyle
Es difícil tener convicciones precisas cuando se habla de las razones del corazón.
Antonio Tabucchi
La originalidad es una soledad del espíritu.
Arturo Graf
El punto de inflexión en mi carrera llegó al darme cuenta de que las negras deberían jugar a ganar, en lugar de sólo buscar igualar.
Bobby Fischer
A menudo por una palabra se reputa sabio a alguno y por otra palabra se sentencia la necedad de otro. Debemos ser, pues, muy cuidadosos de cuanto hayamos de decir.
Confucio
Confiésenselo o no, la toilette es en las mujeres, casi siempre un principio de prostitucÍón.
Etienne Rey
Es imposible imaginar el universo manejado por un sabio, justo y omnipotente Dios, pero es muy fácil imaginarlo administrado por un consejo de dioses. Si ese consejo en verdad existe, opera precisamente como el consejo de una corporación que está perdiendo dinero.
H. L. Mencken
- ¿Qué vamos a hacer? -preguntó con ansiedad-. ¿De qué va todo esto? -Nos quieren liquidar -respondió Bond con calma-. Así que debemos mantenernos con vida.
Ian Fleming
El secreto del agitador es hacerse tan estúpido como lo son sus oyentes con el objeto de que éstos crean que son tan listos como él.
Karl Kraus
Los viajes son la parte frívola de la vida de las personas serias, y la parte seria de la vida de las personas frívolas.
Madame Swetchine
Tú serás el cincel, noble señora, que labre el mármol del ingenio mío.
Marcelino Menéndez Pelayo
Un guerrero de la luz sabe lo que quiere, y no necesita dar explicaciones.
Paulo Coelho
Mi amor por ti es mucho más que amor, es algo que se amasa día a día, es proyectar tu sombra junto a mí, hacer con ellas una sola vida.
Roque Dalton
En las discusiones prolongadas se pierde la verdad.
Séneca
A la rapiña, el asesinato y el robo los llaman por mal nombre gobernar y dónde crean un desierto, lo llaman paz.
Tácito
Si yo hubiera servido a mi Dios con la mitad del celo que a mi rey, no me hubiera dejado, a mis años, desnudo en medio de mis enemigos.
William Shakespeare