El hombre hace menos de lo que debería, a menos que haga todo lo que puede.
Thomas Carlyle
Toda persona es tan feliz como se propone serlo.
Abraham Lincoln
Si eres demasiado bueno adaptándote al sistema existente, es posible que nunca te des cuenta de que hace falta un cambio.
Edward De Bono
Quien no tienen alas no debe tenderse sobre abismos.
Friedrich Nietzsche
Corderos desfigurados reflejan en sus ojos las vueltas de las estrellas y los viejos molinos.
Jacobo Fijman
El buen trato hará un cliente nuevo.
James Cash Penney
El beso de mi amor, de todo mi amor, te muerde, mi alma hasta la agonía.
Leopoldo Lugones
Yo no estoy ni con las tesis estatistas, ni con las liberales No creo que el mercado lo solucione todo, pero tampoco creo que el Estado tenga que ser una agencia de empleos. Me esforzaré por generar nuevos puestos de trabajo y permitir que las pequeñas y medianas empresas tengan una legislación acorde con los tiempos.
Lourdes Flores
Ella dice que deberían llegar a vivir como lo hacen, con el cuerpo cansado en un desierto; en el espíritu, el recuerdo de un solo beso, de una sola palabra, de una sola mirada para todo un amor.
Marguerite Duras
El sol me envía para alegrarme luz apacible; mas si no trae tu imagen bella, ¿de qué me sirve?
Mariano Melgar
Conquista pero no triunfes.
Marie von Ebner-Eschenbach
Soy partidario del amor libre: la no institucionalización de los afectos, sea con puntillitas de juez o con estola.
Pablo Castellano Cardalliaguet
La arquitectura ha sido siempre una profesión moralista y arrogante. Eso de que nosotros lo hacemos todo bien, pensando lo mejor para el mundo. Y siempre he considerado que era un aspecto muy desagradable de la profesión.
Rem Koolhaas
Cuando se abre la puerta de la comunicación, todo es posible. De manera que debemos practicar el abrirnos a los demás para restablecer la comunicación con ellos.
Thich Nhat Hanh
Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente.
Upton Sinclair
¡Extraño mundo éste del toreo! Como la muerte lo preside, a veces horripila y a veces emana de él una aleccionadora trascendencia. Nunca se podrá encontrar en el fútbol un tema de honda meditación. En el toreo, sí.
Wenceslao Fernández Flórez