El requisito definitivo para la grandeza de un artista es su propia muerte.
Thiessen
En muchos casos encontramos móviles nobles y heroicos para actos que hemos cometido sin saber o sin querer.
André Maurois
Nada existe que escape a la transfiguración.
Clarice Lispector
La generosidad humana es un reflejo del amor de Dios.
Doménico Cieri Estrada
Vamos a hacer en una año lo que tendríamos que hacer en tres.
Florentino Pérez
Me dan pena los hombres. Tienen más problemas que las mujeres, ya que en primer lugar tienen que competir con nosotras.
Françoise Sagan
Los manantiales de la abundancia no están en las plazas, sino en los campos; sólo puede abrirlos la libertad y dirigirlos a los puntos donde los llama el interés.
Gaspar Melchor de Jovellanos
La verdad no es más verdadera porque sólo unos pocos la hayan conocido.
Gore Vidal
Desarrollando la habilidad de ver el mundo desde el punto de vista de otras personas, tenemos una forma de ver por nuestros puntos ciegos, de la manera en que le pedimos consejo o un punto de vista distinto a un amigo si estamos encallados. ¿Cómo podemos mover nuestras percepciones para poder salir de nuestra visión limitada del mundo?
John Seymour
Deseamos expresar, de forma singular, nuestro más afectuoso saludo a los supervivientes del largo y doloroso exilio que siguió a nuestra contienda civil.
Juan Carlos de Borbón
Pinto mi pueblo natal, porque gracias a él tengo la vida que tengo.
Juan Lobillo
La fortuna es redonda y cuenta lentamente Estrellas del estío. Hacen falta unos brazos seguros como el viento, Y como el mar un beso.
Luis Cernuda
Lo importante no es llegar a la F1, sino dar el cien por cien y disfrutar.
Pedro Martínez de la Rosa
No existe nada que odien más los mediocres que la superioridad de talento: ésta es, en nuestros días, la verdadera fuente del odio.
Stendhal
Entonces, ya veremos. Quizá tenga la fortaleza necesaria. Tu fortaleza, madre...
Vasili Grossman
Es la función de todo comandante aquella de hacerse odiar por sus soldados, para que cuando acometan una orden en batalla la ejecuten con todo ese odio que reservan para ti, el odio extremo que les lleva a matar... Pero nunca pude imaginar que se pudiera llegar a odiar tanto, tanto odio, que se negaran a obedecer las órdenes de un superior; no se puede odiar tanto, no es posible.
William Faulkner