Quis custodiet ipsos custodes?, vuestra gracia.
Terry Pratchett
Un hombre, por regla general, le debe muy poco al entorno donde nació. Un hombre es lo que él hace de sí mismo.
Alexander Graham Bell
El primer trago da salud, el segundo placer, el tercero vergüenza, y el cuarto locura.
Anacarsis
Excelente, exclamé. Elemental.
Arthur Conan Doyle
Te diré lo que es el verdadero conocimiento: cuando sabes, saber que sabes; cuando no sabes, saber que no sabes.
Confucio
Si no se aprende, la sinceridad se trueca en grosería; la valentía, en desobediencia; la constancia, en caprichoso empecinamiento; la humanidad, en estupidez; la sabiduría, en confusión; la veracidad, en ruina.
Un hombre común desenvainará su espada al ser ridiculizado arriesgando su vida, pero no puede ser llamado valiente por eso. El hombre verdaderamente grande no se inquieta incluso cuando de pronto se ha de enfrentar con hechos inesperados o crisis, ni se enoja cuando se encuentra en situaciones que no le incumben, y ello se debe a que posee un gran corazón y su mira es elevada.
Gichin Funakoshi
De qué nos vale una actitud ecologista en un rincón si el universo de la industria se mueve como se mueve?
José Mujica
Ninguno ha dicho la verdad total, porque no existe. Tenemos solo pensamientos breves, ligeros. De materia que se consume al arder.
Luis Alfredo Arango
La muerte es un dormir sin sueños, y tal vez sin despertar.
Marlene Dietrich
La sola pluralidad de los dioses que tenían los griegos, es una garantía contra el absolutismo. Además, no existía esa contradicción lógica moralmente monstruosa entre el bien y el mal.
Mijaíl Bakunin
Lo que me sorprende en la aplicación de una educación realmente libertadora es el miedo de la libertad.
Paulo Freire
A aquel patriotismo que lanza a nuestros hijos al campo de batalla y los invita a morir, yo prefiero aquel otro que los educa a vivir para la patria.
Peter Rosegger
Ya no nos queda otra opción que ir más allá de la calidad y buscar la excepcionalidad, la conectividad y la novedad.
Seth Godin
Cuando vio este nuevo libro sobre su mesa de noche, apilado sobre el que había terminado la noche anterior, estiró la mano automáticamente, como si leer fuera la primera y única tarea evidente del día, la única forma viable de negociar el tránsito del sueño al deber.
Virginia Woolf
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
William Shakespeare