Por otro lado... el mundo no se movía por los héroes o los villanos ni aún por los policías. Más valiera que se moviera por símbolos. Todo lo que él sabía era que no se podía esperar una oportunidad para el premio gordo, como la paz mundial y la felicidad, pero siempre tendría que ser posible un pequeño acto que hiciera el mundo, de una forma pequeña, un lugar mejor.