Hace un millar de años, creÃamos que el mundo era un cuenco -dijo-. Hace quinientos años sabÃamos que era un globo. Hoy sabemos que es plano y redondo y que viaja por el espacio a lomos de una tortuga. -Se dio la vuelta y le dedicó al sumo sacerdote otra sonrisa-. ¿No se pregunta usted qué forma resultará tener mañana?