Pero si no tenemos cuidado podríamos alterar el futuro. Nuestra mera presencia en el pasado podría alterar el futuro. Quizá ya hayamos alterado la historia.
Terry Pratchett
El necio está satisfecho de no saber nada.
Alexander Pope
En la carne empieza toda la sabiduría. Cuidado con lo que no tiene carne.
Anne Rice
Usted tiene una historia dentro que espera para ser escrita.
La pobreza a menudo priva al hombre de toda virtud: es difícil que un costal vacío se mantenga derecho.
Benjamin Franklin
Hace falta volver a equilibrar la balanza entre lo que necesitamos para sobrevivir físicamente y lo que reclama la mente inquieta, simbólica, creativa y apasionada de los humanos.
Elsa Punset
Aparento vivir en un sopor permanente para que supongan que ignoro el final... Es mi fin en este mundo y en mi patria, pero no en la memoria de los míos. Ellos siempre me tendrán presente, por la simple razón de que siempre habrá injusticias y regresarán a mi recuerdo todos los tristes desamparados de esta querida tierra.
Eva Perón
Sabía, más por escarmiento que por experiencia, que una felicidad tan fácil no podía durar mucho tiempo.
Gabriel García Márquez
La vida es frágil, pero se debate con fuerza, una obstinación instintiva.
Gao Xingjian
Es paradójico, Adelita. Eres de la primera generación de ratis capaces de otorgar dignidad a lo que hacemos, y posiblemente la última. Muy pronto anunciarán la privatización de la policía y todo aquello en lo que crees será dejado en manos de mercenarios.
Luis Sepúlveda
Estoy soltera porque nací así.
Mae West
Sueño con un auto que no consuma gasolina, que no tenga cambio de aceite, que se maneje solo y que piense positivo y me lo diga.
María Lucía Fernández
Todo el que dispare contra el pueblo será considerado históricamente como asesino del pueblo, tenga o no tenga uniforme.
Miguel Enríquez
Nunca te expreses más claramente de lo que eres capaz de pensar.
Niels Bohr
No se es rico cuando se tiene dinero, sino cuando se lo gasta.
Sacha Guitry
Los sentimientos de amor y temor de Dios no tienen su origen en Dios, sino en los seres humanos. Son sentimientos de frustración dirigidos por el hombre a un ser imaginario que pretende que sea su padre.
Sigmund Freud