Te puedes comunicar con los muertos tecleando en un ZX Spectrum.
Terry Pratchett
Lo malo de la vida es que no es lo que creemos pero tampoco lo contrario.
Alejandra Pizarnik
El ego es sordo; sordo y ciego. El ego debe ser domado.
Alejandro Jodorowsky
Regocíjate Dios triste a quien agrada el sufrimiento.
Anatole France
¿Has comprendido? ¿Has perdonado? ¿Has olvidado? ¡No te confundas! Lo que pasa es que has dejado de amar.
Arthur Schnitzler
Atardece mi casa y su corredor de begonias se ilumina de rojos.
Carmen Naranjo
Olvida al enemigo del pasado. No pienses en él, no vuelvas al lugar donde fuiste herida.
Eva García Sáenz de Urturi
Hay hipótesis en las que la inteligencia y la fuerza imaginativa se ponen al lado delas ideas mismas.
Goethe
Hay que vigilar a los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero.
Indira Gandhi
El estadio de Zlin, situado en la zona industrial y feísimo, se halla enfrente de la central eléctrica: el viento barre el humo de las chimeneas, el hollín y el polvo, que caen en los ojos de los deportistas. Pese a tales inconvenientes, a Emil comienza a gustarle ese estadio, el aire pesado que se respira en él es bastante más puro que el del taller.
Jean Echenoz
Los que se enamoran de la práctica sin la teoría son como los pilotos sin timón ni brújula, que nunca podrán saber a dónde van.
Leonardo da Vinci
... cuando se me presentó el momento de tomar puesto en el Escalafón estaba ya convencido de mi poco amor al trabajo metódico y disciplinado de las oficinas, y renuncié a él para dedicarme a pensar en mis cosas; ya estaba poseído por la fiebre del inventor que había de padecer toda mi vida.
Leonardo Torres Quevedo
Un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida.
Miguel Hernández
¿Qué es el sueño sino la imagen fría de la muerte?
Ovidio
El coraje es una imprudencia que teme tanto como la prudencia puede temer, pero que coloca, sin embargo, su nariz fuera, abandona su matorral, se da vuelta, de pronto, y hace frente.
Pascal Quignard
A veces el hombre más pobre deja a sus hijos la herencia más rica.
Ruth E. Renkel