Fuiste por amor criada hermosa, bella, y ansía en mis entrañas pintada, si te pierdes, mi amada, alma, buscarte has en mí.
Teresa de Jesús
Si la gente es buena sólo porque temen al castigo y porque esperan una recompensa, entonces verdaderamente somos un grupo lastimoso.
Albert Einstein
La condición por excelencia de la felicidad es no pensar en ella.
Amado Nervo
No soy un compositor culto, sino uno experimentado.
Giuseppe Verdi
Todos tenemos miedo a acabar solos, que el amor se nos sea arrancado.
Jessica Lange
Tu eres quien esta contigo todo el tiempo, cualquier cosa que sea lo que hagas. Tienes que ser tu propio dios en tu propio templo.
John Lennon
La noche la noche de hilo en hilo de secreto en secreto gota a gota quemante.
Juan Cunha
Lo que para nosotros es esencial de la hominización: un proceso de complejificación multidimensional, en función de un principio de autoorganización o autoproducción.
Leandro Fernández de Moratín
Después de todo, mañana es otro día.
Margaret Mitchell
Una persona que aprende a hacer malabares con seis bolas está mejor preparada que otra que sólo hace malabares con tres.
Marilyn Vos Savant
Tengo la impresión desde chico de que estaba amenazado por la muerte. No de la mía, sino de la muerte de quienes dependía.
Miguel Delibes
Las armas que más brillan en mis manos y con ellas tengo que transformar la vida.
Miguel Hernández
Por lo concerniente al aprendizaje de la música instrumental, tan sólo puedo darte un pequeño consejo: no aprendas de los libros, puesto que esto, como dice mi padre, es lo peor que se puede hacer.
Richard Strauss
Preferiría romperme un brazo jugando a Paracaidistas del Infierno que tener que llamar a mis viejos desde el cuartelillo. De hecho, antes preferiría romperme los dos brazos y pillármela con la bragueta. Bueno, eso último tal vez no.
Stephen King
Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito.
Virginia Woolf
Me lavo los pies el agua sale de la cubeta ¡cómo la primavera!
Yosa Buson