La vida es felicidad, merécela.
Teresa de Calcuta
Aun cuando el sueño traba los sentidos y los movimientos, hay que saber que, con todo, ciertos hombres sí se mueven y realizan actividades durmiendo, igual que si estuvieran despiertos. Por ejemplo, pueden andar dormidos, o cabalgar, o buscar algo, o perseguir enemigos e incluso quizá matarlos, y luego, dormidos sin duda, se vuelven a la cama.
Alberto Magno
La historia del ajedrez moderno es la historia de la lucha entre dos escuelas, entre dos tendencias, que encabezan el ex campeón del mundo Wilhelm Steinitz y el gran maestro Siegbert Tarrasch; de otro lado, la escuela rusa, que encabezan Majeíl Chigorin y el ex campeón del mundo Alexander Alekhine.
Aleksandr Kótov
Que te importará muy poco lo que los demás piensen de ti cuando te des cuenta de lo poco que piensan en ti.
David Foster Wallace
Mi marido es la persona más dulce que existe. No podría imaginarme con ningún otro. (Dita antes del divorcio).
Dita Von Teese
Pocos pusilánimes hay que conozcan siempre todo su temor.
François de La Rochefoucauld
El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, una cuerda sobre un abismo.
Friedrich Nietzsche
Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas se aproximan, y al besarse forman una sola llama.
Gustavo Adolfo Bécquer
Fui criado en Liverpool, pero crecí en Hamburg.
John Lennon
Gana todo lo que puedas; ahorra todo lo que puedas; da todo lo que puedas.
John Wesley
Si a mí me hacen lo mismo que el año pasado en Alcorcón, les pongo una cruz y para mí están muertos.
José Mourinho
La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible.
Orison Swett Marden
Otorguen o rehusen, las mujeres se complacen en ser solicitadas.
Ovidio
En noches oscuras mis nostalgias persiguen tus pasos, mi cama te guarda un espacio, mi orgullo exige no quererte tanto.
Roque Valero
Me parece absurdo que los hombres quieran parecer otra cosa que lo que ellos son.
Vincent van Gogh
No te inclines ante la adversidad; más bien oponte audazmente a ella tanto cuanto tu suerte te lo permita.
Virgilio