La vejez es, por sí misma, una enfermedad.
Terencio
Tengo todo. Todo lo que necesito. Cada amor satisfecho. Pero no es suficiente.
Adewale Akinnuoye-Agbaje
Las mujeres de hoy en día no nos perdonan nuestras faltas; no nos perdonan ni siquiera las suyas.
Alfred Capus
¡Vivir con honor, o morir con gloria!, ¡El que sea valiente que me siga!
Bernardo O'Higgins
Si deseas ser un escritor, escribe.
Epicteto
Hasta la misma fantasía tiene sus límites.
Fiódor Dostoyevski
Un alma se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios.
Gustave Flaubert
A quién le dices tú secreto le vendes tu libertad.
James Howell
Guíame, buena luz, en mi camino; la noche es oscura y mi hogar está distante.
John Henry Newman
No sé qué es de mi oreja sin tu acento, ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina. Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella, que en ti principia, amor, y en mí termina.
Miguel Hernández
Era el antiguo proverbio: el dinero hace al hombre; lo hace más puro que los ángeles, y para demostrar lo contrario, hay que tener al menos tanto dinero como él.
Morris West
¡Viva la libertad! El sol nunca ha iluminado un logro humano más glorioso.
Nelson Mandela
Tan grande como la turba de los admiradores es la turba de los envidiosos.
Séneca
La gente amable consigue abrirse paso hasta mí y quedárseme dentro.
Suzanne Collins
¡Oh destino implacable de las sociedades humanas, que perdéis los hombres y las almas en vuestro camino! ¡Océano en que cae todo lo que deja caer la ley! ¡Siniestra desaparición de todo auxilio! ¡Muertemoral!
Victor Hugo
La vida, privados de órganos de los sentidos, no tiene sentido.
Virgilio Olano