No hay mayor miseria que vivir en la ignorancia eterna.
Terencio
Muchos hablan sinceramente cuando dicen que desprecian las riquezas, pero se refieren a las riquezas que poseen los demás.
Charles Caleb Colton
Sólo florecemos si nuestras necesidades emocionales, en especial la necesidad de protección y afecto, están atendidas.
Elsa Punset
La guerra digital es hoy la guerra civil de España. Ya no se pelean nuestros políticos por un pedazo de tierra o de pan, por Cristo o Lenin, por Azaña o Franco, por las fincas del señorito o los huevos del señorito. Ahora se pelean, tan adultos, tan sabios, por un mando a distancia.
Francisco Umbral
Un genuino mendigo es realmente el único y verdadero rey.
Gotthold Ephraim Lessing
Tenemos el deber de luchar por mantener nuestras libertades y para ampliar nuestras libertades.
Ismael Leandry Vega
Creedlo, para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear intereses...
Jacinto Benavente
No sé si te enseñaron esto en la tierra de las hadas y las colas de cachorrito donde obviamente, si no creciste, pasaste la mayoría de los veranos, pero ahora estás en el mundo real.
John C. McGinley
Nunca pensé en lo que hacía en términos de arte, o esto es grande o estremecedor, o cosas por el estilo. Para mí siempre fue un trabajo, que yo disfruté enormemente, y eso es todo.
John Ford
Dios es Dios, no tiene remordimientos.
José Saramago
Necesito tener una vida organizada. Y la tengo. Es probable que tenga que pagar un precio por ello, pero esto es lo que quería.
Madonna
¿Crees en Dios? Si crees en él, existe; si no crees, no existe.
Máximo Gorki
Prefiero saber apreciar lo que no puedo tener, que tener lo que no soy capaz de apreciar.
Orison Swett Marden
Una cosa es amar la sabiduría y otra haberla conseguido.
Séneca
La mano de mi madre me acaricia la mejilla y yo no la aparto, como hubiese hecho de estar despierta, porque no quiero que sepa lo mucho que necesito ese contacto suyo, lo mucho que la echo de menos, aunque siga sin confiar en ella.
Suzanne Collins
Usted suministreme las ilustraciones, que yo le suministraré la guerra.
William Randolph Hearst