Fue una llamada increíble. Tener esa llamada con mi padre y mi madre al teléfono y el presidente de la discográfica diciendo, 'Supongo que tú eres mi chica del millón de dólares' Yo estaba, ¿Va en serio? ¿Estás diciendo lo que yo creo que estás diciendo, porque si lo estás diciendo voy a necesitar un minuto.