Nadie puede ser exactamente como yo. Hasta yo tengo problemas para conseguirlo.
Tallulah Bankhead
Los buenos fines no pueden realizarse por medios inadecuados.
Aldous Huxley
Mientras buscara la luz fuera de mí mismo, el mundo nunca estaría en paz.
Alejandro Jodorowsky
El aire natal es una medicina universal.
Anónimo
Esta siguiente canción sólo está dedicada a la gente guapa que está aquí esta noche. Esto quiere decir a todos ustedes. Gracias por venir y hacer de esto una gran ocasión.
Freddie Mercury
Recientemente redacté una lista de atrocidades cometidas durante el período que va de 1918 al presente: no ha habido ningún año en que no se haya cometido una atrocidad en un lugar u otro, y es difícil dar con un caso en que la derecha y la izquierda dieran crédito a la misma historia.
George Orwell
Puede haber cierta magia cuando escribo, pero el resto del día soy nada más que un amante del jazz como hay millones por ahí.
Haruki Murakami
La riqueza de un hombre no se encuentra en la cantidad de dinero que posee, sino en la calidad de su conocimiento y educación.
Javier Herrera
Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías.
Juan Bosco
El piso desprendía el aire de contenida desesperación que se palpa en un puesto de mando cuando está lejos de una batalla que empieza a torcerse.
Lee Child
El Capitan Chusmisma.
Marcelo Rodríguez
En todo el dolor que desgarra el corazón, el Varón de los Dolores tiene su parte.
Michael Bruce
El milagro japonés no son los rascacielos anti sismo ni la tecnología digital, no son los trenes bala, ni el turismo que busca un harakiri cultural, es una madre con dos chicos en bicicleta, uno delante, el otro atrás por entre el tránsito de Osaka que la respeta con su frágil dignidad.
Miguel Cantilo
-...¿A los enemigos se les ha de devolver lo que se les debe?
Platón
Me he dedicado a investigar la vida y no sé por qué ni para qué existe.
Severo Ochoa
En el medio del tímpano de la puerta, el reloj de arena parecía avisar a los visitantes de SantaMaría de la Oración y de la Muerte de la fugacidad del tiempo.
Vicente Garrido Genovés