Muchas palabras no dan prueba del hombre sabio, porque el sabio no ha de hablar sino cuando la necesidad demanda, y las palabras han de ser medidas y correspondientes a la necesidad.
Tales de Mileto
La amante que te concede su cuerpo y no su corazón, te regala rosas sin espinas.
Anónimo
Un adulador es un amigo que es inferior a nosotros o que pretende serlo.
Aristóteles
Sabed que el hombre supera infinitamente al hombre.
Blaise Pascal
En una bandada de blancas palomas, un cuervo negro añade más belleza incluso que el candor de un cisne.
Giovanni Boccaccio
Dios, aunque invisible, tiene siempre una mano tendida para levantar por un extremo la carga que abruma al pobre.
Gustavo Adolfo Bécquer
Si algo que tú haces me irrita quiere decir que tu falta también es la mía.
Hugh Prather
Es empresa vana tratar de ridiculizar a un necio rico: las carcajadas están de su parte.
Jean de la Bruyere
La corrupción es causa directa de la pobreza de los pueblos y suele ser la razón principal de sus desgracias sociales.
Jorge González Moore
Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios -ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas- habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Porque nada he deseado aparte de tu amor nunca perdí mi tierra que me invento contigo.
Luis Cardoza Y Aragón
Ante las injusticias y adversidades de la vida... ¡calma!.
Mahatma Gandhi
Estamos aquí no hay otra alternativa.
Marcela Serrano
Un hombre inútil es gravoso al estado, en que se pesa el mérito de los miembros por la utilidad que de ellos se saca.
Séneca
Creo que el queso nuevo no es más que una nueva forma de ver tu situación y de actuar de forma diferente. Como dejar de odiar a tu padre por haberos abandonado, o dejar de estar siempre triste por algo que no puedes cambiar.
Spencer Johnson
Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él.
Vincent van Gogh