Los dos sabemos que, con cada vítor, Peeta se aleja más y más de nuestro alcance.
Suzanne Collins
La salud del pueblo está en la supremacía de la ley.
Cicerón
En la partida de la vida, las mujeres son la banca.
Edward Norton
Las mejores soluciones las encuentras al vuelo. Están ahí, en el aire, listas para nosotros. Basta con atraparlas. Depende siempre del momento en que nos encontremos, claro, pero pensar demasiado en una cosa puede estropearla.
Federico Moccia
Ninguna cosa despierta tanto el bullicio del pueblo como la novedad.
Francisco de Quevedo
Lo cogí, sí, y es fácil imaginar con qué pasión; pero al cabo de un minuto comencé a darme cuenta de lo que en realidad tenía entre mis brazos. Estábamos solos, el día era apacible, y su pequeño corazón, desposeído, había dejado de latir.
Henry James
La vanidad es un defecto. Pero el orgullo, en caso de personas de inteligencia superior, creo que es válido.
Jane Austen
No hay nada que progrese a un ritmo razonable, así que aprendes a ignorar los relojes.
John Grisham
¡Oh dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir!
Jorge Luis Borges
La pintura es una poesía visible.
Leonardo da Vinci
Si digo que el burro es marrón, es porque tengo los pelos en la mano.
Marcelo Rodríguez
Los enemigos de la democracia española son los enemigos de Francia.
Nicolas Sarkozy
La curiosidad ingenua que, desarmada, está asociada al saber del sentido común, es la misma curiosidad que, al hacerse crítica, al aproximarse de forma cada vez más metódicamente rigurosa al objeto cognoscible, se vuelve curiosidad epistemológica. Cambia de cualidad pero no de esencia.
Paulo Freire
Por andar por las nubes, uno se olvida del suelo, y de saber que tu propia casa, es la sucursal del cielo.
Ricardo Arjona
La razón no vence por sí a cada vicio, mas juntamente a todos.
Séneca
Al principio, sintió tristeza por la pérdida de su viejo amigo. Después, experimentó inseguridad, y la inseguridad se convirtió en temor. Jamás aprendería a ser feliz, hasta que un día... Aceptó por fin la única verdad. Sólo en él radicaba la capacidad para encontrar la felicidad.
Spencer Johnson