Las situaciones militares se basan en la velocidad: llega como el viento, muévete como el relámpago, y los adversarios no podrán vencerte.
Sun Tzu
Occidente grita: ¡Ven aquí, aquí estoy yo! ¡Mírame! ¡Escucha cuánto puedo sufrir y amar! ¡Cuán deprimido y feliz puedo ser! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! Y el Este no dice nada sobre sí mismo. Disuelto completamente en Dios, en la naturaleza, en el tiempo, recuperándose a sí mismo de nuevo en cada cosa. Capaz de descubrir todo en sí mismo.
Andréi Tarkovski
Ni te imaginas cuanta gente te rodea cuando crees estar solo con la mujer a la que amas. Les acompañan muchos hombres de los que no sabes nada, sus amantes pasados, y muchos de los que ni siquiera ella sabe nada, sus amantes futuros.
Arthur Schnitzler
La Argentina debe ya, prepararse a sufrir. Tendrán unos mandones que la reducirán a un comunismo de corte facista. La muerte correrá por sus calles y caminos.
Benjamín Solari Parravicini
No dejes que cambie mi corazón, mantenme separado de los planes que ellos persiguen... Y a mí, a mi no me importa el dolor, no me importa la violenta lluvia, sé que puedo aguantar porque creo en ti.
Bob Dylan
Trabajar tan duro como se lo pidas a otros. Luchar por lo que creas que es correcto, sin importar las posibilidades. Saber que los errores pueden ser el mejor maestro.
George Steinbrenner
Me gusta el estímulo. Si puedo hacer algo, ¿para qué hacerlo?.
Gertrude Stein
Pues... prácticamente no.
Gustavo Bueno
A la memoria de José Etxailarena.
Kutxi Romero
El hombre libre es el que no teme ir hasta el final de su pensamiento.
Léon Blum
¿Culé yo?. Sí, soy de Vilanova i la Geltrú, ¡no te digo!
Manuel Preciado
De todos los caminos que conducen a la fortuna, los dos más seguros son la constancia y el trabajo.
Marie Roch Louis Reybaud
El trabajo es todo lo que se está obligado a hacer; el juego es lo que se hace sin estar obligado a ello.
Mark Twain
Aquel que dijo que no era bueno que el hombre estuviese solo, puso al celibato entre los estados inferiores de perfección.
Robert Boyle
Poco me satisface aquella ciencia que no ha sabido hacer virtuosos a quienes la profesaron.
Salustio
Porque no sirvo para adular, ni hablar con claridad, ni sonreir a la cara de la gente, halagar, engañar y hacer trampas, doblarme con reverencias a la francesa y simiesca cortesía, he de ser tenido como un enemigo rencoroso.
William Shakespeare