Las reglasmilitares son cinco: medición, valoración, cálculo, comparación y victoria.
Sun Tzu
El corazón de una mujer que ama perdonará muchos golpes.
Agatha Christie
Advirtió el disgusto que sus palabras la habían causado; no le fue difícil comprender que su vanidad de mujer hermosa no toleraba que en su presencia se hablara de ninguna otra belleza, y arrepentido como el mejor penitente, se sentía dispuesto a pedirla que le perdonase...
Aurora Cáceres Moreno
Nadie que haya leído el Nuevo testamento puede dudar que los apóstoles fueron profetas.
Baruch Spinoza
Si no fuera por el oro y las mujeres, no habría condenados.
Cyril Tourneur
¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis.
Francisco de Sales
He venido a este mundo no para hacer de él ante todo un lugar donde se viva bien, sino para vivir.
Henry David Thoreau
La inteligencia personal es circular. La inteligencia social es elipsoide, depende de muchos centros.
José Antonio Marina
La sumisión y tolerancia no es el camino moral, pero sí con frecuencia el más cómodo.
Martin Luther King
Nosotros, el pueblo llano, sudamos sangre como si fuéramos bestias de carga, sólo para que los oficiales corruptos y codiciosos puedan engordar y no hacer nada.
Mo Yan
La comedia es una forma graciosa de decir la verdad. Mi forma de hacer bromas es decir la verdad. Ese es el chiste más gracioso del mundo.
Muhammad Ali
Todo lo que yo he hecho fuera del flamenco ha sido para enriquecerme, yo como músico, y luego poder incorporarlo a la tradición del flamenco.
Paco de Lucía
Una vez que te abandonas a una metáfora, Claudio, cosa que sucede muy rara vez, la sigues demasiado lejos. Sin duda recordarás las instrucciones de Atenodoro contra esas cosas. Bueno, llama gusano a Seyano y termina con eso. Y vuelve a tu estilo habitualmente sencillo.
Robert Graves
Los buenos son más sospechosos a los tiranos que los malos; la virtud ajena siempre les resulta temible.
Salustio
Sabiduría no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca.
Umberto Eco
El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.
William Shakespeare