Mi decisión de volver a Apple es que nuestra industria estaba en coma. Me recordó a Detroit en los años 70, cuando los coches americanos eran los barcos de ruedas.
Steve Jobs
Con la civilización hemos pasado del problema del hombre de las cavernas al problema de las cavernas del hombre.
Edgar Morin
La mayoría de los hombres que rodeaban entonces a Perón creyeron que yo no era más que una simple aventurera. Mediocres al fin, ellos no habían sabido sentir como yo quemando mi alma, el fuego de Perón, su grandeza y su bondad, sus sueños y sus ideales. Ellos creyeron que yo calculaba con Perón, porque medían mi vida con la vara pequeña de sus almas.
Eva Perón
¡Aprende, compara, recopila los hechos!
Iván Pávlov
Terror es el sentimiento que paraliza el ánimo en presencia de todo lo que hay de grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con la causa secreta.
James Joyce
Las ideas pueden cambiar tu vida. Algunas veces lo único que necesitas para abrir la puerta es sólo una buena idea más.
Jim Rohn
Utilice sus debilidades para fortalecerse.
Laurence Olivier
El amor es lo único que hay que ganarse en la vida, todo lo demás se puede conseguir robando.
Lord Byron
El mundo no puede dar alegrías tan grandes como son las que quita.
La virtud debe tener límites.
Montesquieu
Y si se apagan las luces, y si se enciende el infierno, y si me siento perdido sé que tú estarás conmigo, con un beso de rescate.
Ricardo Arjona
La gente tiene esperanza porque no pueden ver a la Muerte detrás de ellos.
Tite Kubo
Cada centímetro de esta playa es un objetivo. Si os quedais aquí, es para morir.
Tom Hanks
A menudo una prueba de valor no consiste en morir, sino en vivir.
Vittorio Alfieri
El ateísmo es el vicio de unas pocas personas inteligentes.
Voltaire
Más vale no haber oído nunca los nombres de afán y de justa ambición, que vivir desconcertado e inquieto por un espíritu que, a cada paso, se vuelve atrás para considerar su obra; luego vuelve a cobrar ánimos para seguir, y nuevamente siente que algún vano pensamiento pende amenazador, como un veto, sobre sus esperanzas.
William Wordsworth