Tienen que encontrar aquello que aman.
Steve Jobs
La mayoría de las mujeres no tienen ningún carácter.
Alexander Pope
Su voz, semejante al principio al chasquido de los arbustos, tardó en volverse real mediante metamorfosis que mi tronco parecía acompañar, alargándose y reduciéndose con un murmurar de vértebras.
António Lobo Antunes
Lo mejor siempre está por venir, es lo que me explicaron. Ocúpate de tus cosas, serás un rey si los perros corren libres.
Bob Dylan
El valor nunca es mayor que cuando nace de la última necesidad.
Diego de Saavedra Fajardo
El gran secreto del éxito de un matrimonio es tratar a todos los desastres como incidentes y ningún incidente como un desastre.
Harold Nicolson
La identidad es un sueño de una absurdidad patética. Se sueña con ser uno mismo cuando no se tiene nada mejor que hacer. Se sueña con ello cuando se ha perdido la singularidad (y la cultura es precisamente la forma extrema de singularidad de una sociedad)
Jean Baudrillard
Literatura: la más seductora, la más engañosa, la más peligrosa de las profesiones.
John Morley
Mentimos toda la vida incluso -o sobre todo o tal vez sólo- a quienes nos aman.
Marcel Proust
Los niños deben tener una infancia maravillosa. No se debe dar demasiada responsabilidad.
Maria Callas
La revolución es el huracán, y el hombre que se entrega a ella ya no es el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval.
Mariano Azuela
Yo no salvo al equipo. Es el equipo en sí. Todo tiene su importancia en lo que le corresponde. Cuando jugaba no me gustaban los técnicos que ganaban ellos y perdían los jugadores. Lo más importante es la materia prima y lo más importante son los jugadores. Lo digo porque lo siento así
Néstor Gorosito
Nada más peligroso que resolver problemas transitorios con soluciones permanentes.
Nicolás Gómez Dávila
Me llevó años ser la mujer que mi madre crió.
Reese Witherspoon
A las personas para conocerlas hay que verlas enojadas, borrachas o jugando por dinero.
René Lavand
No tengo nada más que ofrecer que; sangre, ímprobo esfuerzo, sudor y lágrimas.
Winston Churchill