Cerró los ojos, ensimismado en su agónica confesión. Yo le escuchaba con más deseo de lo racional. El sentido común me decía que debería estar aterrada. En lugar de eso, me sentía aliviada al comprenderlo todo por fin.
Stephenie Meyer
Dios... Un ser cuya única definición es que está más allá de de la capacidad de la mente humana para ser comprendido.
Ayn Rand
No importa lo que las palabras digan, lo que importa es lo que dejan de decir.
Blanca Miosi
La inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades -o de oportunidades- a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida.
Daniel Goleman
Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza pero el hombre también ha procedido así con él.
Guy de Maupassant
Estas viudas, señor, son las más perversas criaturas del mundo.
Joseph Addison
Quien no puede soportar el tener enemigos, no es digno de tener un solo amigo.
Leopold Schefer
Se termina por olvidar los detalles de la vida que nos causan vergüenza o demasiado dolor.
Patrick Modiano
La astronomía obliga al alma a mirar hacia arriba y nos lleva de este mundo a otro.
Platón
No está en los altares por haber nacido mayorazga y querer perpetuar sus blasones tan esclarecidos como los de Don Juan Manuel. De reclamar varonía las premáticas nobiliarias y las fundaciones vinculares de su casa, hubiera entrado en un convento, y hubiera sido santa a la española, abadesa y visionaria, guerrera y fanática.
Ramón María del Valle-Inclán
Las madres son las personas que te aman aún cuando le halas el cabello.
Randy Pausch
Me gusta tocar un libro, respirarlo, sentirlo, llevarlo... ¡Es algo que una computadora no ofrece!
Ray Bradbury
Los libros eligen a sus autores; el acto de la creación no es enteramente racional y consciente.
Salman Rushdie
Nadie incurre en delito empujado por el destino.
Séneca
Cuando yo doy, me doy a mí mismo.
Walt Whitman
Son niños. Por el momento, lo que hay que hacer es cuidarlos física y mentalmente, apartarlos del peligro, evitar que mueran, quererles, cuidarles, hacerles felices. Como ya nosotros no podíamos ayudarles desde dentro, tenemos que ayudarles desde fuera y pedir al mundo de fuera que nos ayuden también.
Zenobia Camprubí Aymar