En igualdad de condiciones, la explicación más simple es generalmente la correcta.
Stephen King
No creo que cualquiera de nosotros pueda hablar con franqueza sobre el dolor hasta que ya no lo aguantamos más.
Arthur Golden
Tener un hijo es sin duda el acto más bellamente irracional que dos personas enamoradas pueden cometer.
Bill Cosby
(Los catalanes) no solo no debéis renunciar a vuestras peculiaridades, a esta nacionalidad catalana que tanto estimo y estimamos todos, sino que también entre todos la hemos de fortalecer.
Felipe de Borbón y Grecia
Déjame decirte algo. Deshacerse de cosas es bueno. Al principio es un poco difícil, pero después te sientes bien. Tienes que aprender a dejar ir.
Greg Kinnear
Lejos de allí, las estrellas esperaron a que el grito del pájaro de la muerte llegara hasta ellas para poder observar el final, por fin, de la raza de los hombres.
Harlan Ellison
Sólo el amor criminal es más fuerte que el amor maternal, puesto que la adúltera abandona a sus hijos.
Ignacio Manuel Altamirano
Eso fue alguna vez porque recuerdo que fue cierto.
Jaime Sabines
Soy un tipo que les dice a sus hijos: No olviden que de la puerta para afuera vive gente.
José Larralde
Tú sueñas con las flores de otras praderas, nacidas bajo cielos desconocidos, al soplo fecundante de primaveras, que avivando las llamas de tus sentidos, engendren en tu alma nuevas quimeras.
Julián del Casal
El gobierno, con sus leyes y regulaciones más numerosas que los pelos de un buey, es un vicioso opresor del individuo, más temible que el más fiero de los tigres.
Lao-Tse
Cada hetero debería probar la lengua de otro hetero en su boca al menos una vez.
Madonna
Sufrí las peores cosas que te da la miseria.
Oscar Bonavena
Pero no quiero que el día de mañana diga el Gobierno que no quise pacificarme. Para terminar, résteme decir que prometo bajo mi palabra de honor, que no volveré a quemar ni un solo cartucho que vierta sangre de hermano, porque siempre he querido el bien de mi raza.
Pancho Villa
Se ha roto la cuerda que me ataba a la razón.
Ramón Melendi
Pasé diez años de mi vida comprobando la ecuación de Einstein de 1905, y contra mis expectativas, en 1915 tuve que sostener su clara verificación a pesar de su irracionalidad.
Robert Andrews Millikan