Lo mismo que el cuerpo, la televisión es buen siervo pero mal amo.
Stephen Covey
Ni hay cuento que vuele tanto como el que es menos creído.
Alonso de Barros
Aún sin sentido, sin razón ni pensamiento, aún sin saber por qué te amo o por qué te pienso pero sé que existes, y que eres mi sueño.
Anónimo
América es un gran perro amigable en un pequeño cuarto. Cada vez que mueve la cola, golpea una silla.
Arnold J. Toynbee
¡Afanes humanos! ¡Cuánta vaciedad en todas las cosas!
Aulo Persio Flaco
Lo que más odio de la banca es que reduce a la gente a cifras.
Brad Pitt
El sentido no es nunca principio ni origen, sino producto. No hay que descubrirlo, restaurarlo, ni reemplearlo sino que hay que producirlo mediante una nueva maquinaria.
Gilles Deleuze
Soy el hermano en Dios en todo lo viviente, de la jirafa y del cocodrilo tanto como del hombre, y conciudadano de todos los inquilinos del gran caserón amueblado que es el Universo.
Gustave Flaubert
Te encuentro muy ingenuo, de repente. ¿Con quién quieres que rehaga mi vida? ¿Con un viejo? No, gracias.
Isabelle Huppert
El estilo es el exterior del contenido y el contenido el interior del estilo, no pueden ir separados.
Jean-Luc Godard
Todos los días disponía de la jornada entera para concebir una manera aceptable y satisfactoria de vivir, y sin embargo lo único que parecía sacar de todas sus opciones y toda su libertad era más desdicha.
Jonathan Franzen
Estaré vivo para entregarte tu quinto trofeo mundial. (a Senna)
Juan Manuel Fangio
En la literatura o en cualquier otra actividad, hombres y mujeres tenemos que rescatar aquellos espacios, mal considerados femeninos, que el progreso ha devaluado por considerarlos improductivos. Esos espacios que te conectan con tu espíritu y con lo que en realidad eres. Hablo de ciertos rituales, como pueden ser el de la cocina o el bordado.
Laura Esquivel
Te puedes adornar con las plumas de otro, pero no puedes volar con ellas.
Lucian Blaga
Cuando uno se siente atraído por la libertad y la pasión, debe manifestarla para trascender.
Pérez Celis
Vienes en cuanto el dulce sueño me domina, marchas en cuanto el dulce sueño me abandona, huyes cual oveja que viera a cano lobo.
Teócrito