Frase de Stephen Covey

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La cuenta bancaria emocional es una metáfora de la confianza incorporada de una relación. Es el sentimiento de seguridad que tenemos r... - Stephen Covey

La cuenta bancaria emocional es una metáfora de la confianza incorporada de una relación. Es el sentimiento de seguridad que tenemos respecto de otro ser humano.

Stephen Covey

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Explorar Frases

Ya sólo con su influencia física sobre el temperamento humano, la forma de vida vegetariana podría influir muy positivamente sobre el destino de la humanidad.

Albert Einstein

Tú no tienes alma y yo no tengo valor para ver como te marchas.

Alejandro Sanz

No imaginas como sería yo, si hubiera esperado un segundo más el amor.

Amaia Montero

La ficción de la legalidad amparaba al indio; la explotación de la realidad lo desangraba.

Eduardo Galeano

Soy como alguien que busca a ciegas, sin saber dónde ocultaron el objeto que no le dijeron qué es. Jugamos a las escondidas con nadie.

Fernando Pessoa

Me encantan las villanas, me fascinan las villanas, me divierto con ellas.. muchisimo, son la sal de la novela.

Frances Ondiviela

Probablemente no haya en nuestra vida un instante más terrible que aquel en que uno descubre que su padre es un hombre... Hecho de carne humana.

Frank Herbert

Se me ordena que me rinda al Señor de los Mundos. Es él quien te creó del polvo...

Mahoma

El año que es abundante de poesía, suele serlo de hambre.

Miguel de Cervantes

Estoy en la colina, mi corazón es como una balsa que se aleja en una separación infinita y va más allá de los recuerdos hasta el pesado mar sin estrellas en la noche cerrada y oscura.

Nazim Hikmet

La mujer escoge muchas veces al hombre que la ha de escoger a ella.

Paul Géraldy

Perder inspira a los ganadores. Y a los perdedores, los vence.

Robert Kiyosaki

En lugar de tratar de usar obstinadamente surrealismo con fines de subversión, hay que tratar de hacer algo de surrealismo como sólido, completo y clásico como las obras de los museos.

Salvador Dalí

No se debe poner la espada en manos del desesperado.

Séneca

Así pasa la gloria del mundo.

Tomás de Kempis