Quienes transitan el camino superior hacia la grandeza se elevan por encima de las influencias culturales negativas y eligen convertirse en la fuerza creativa de su vida.
Stephen Covey
La educación superior no garantiza necesariamente una virtud superior o una superior sabiduríapolítica.
Aldous Huxley
Nuestro cerebro necesita (y se encarga de) que nuestra concepción del mundo nos parezca fiable, para que nos sintamos seguros, sino el estrés acabaría con nosotros.
Eduardo Punset
La gente cambia tanto con los años, es difícil predecir si el cambio va a hacernos tremendamente infelices.
Elísabet Benavent
Las parábolas del Evangelio, si se miran así a la letra, ¿quién no dirá que son de algún hombre idiota?
Erasmo de Róterdam
No dejaré piedra sobre piedra que no sea peronista.
Eva Perón
Somos un pedazo del destino, formamos parece del todo, estamos en el todo.
Friedrich Nietzsche
El pueblo estadounidense tiene que entender que las armas nucleares estratégicas ponen a toda la humanidad ante una nueva circunstancia, a saber, que por primera vez en la historia la humanidad puede literalmente destruirse.
Henry Kissinger
¡Cuantas tonterías humanas se encierran en ese recipiente que lleva como rótulo: libertad!
Honoré de Balzac
El poder tiene espinas, pero para algunos gobernantes es sabroso, con todo y ellas, como las sardinas.
Ignacio Manuel Altamirano
Y mi cuerpo aun vestirá con tus caricias y mis ojos sin tus ojos son tan sólo esas lágrimas que empañan la sonrisa.
Jenniley Bonilla
El Estado es el arma de represión de una clase sobre otra.
Lenin
El historicismo rechaza el planteamiento del tema de la buena sociedad, o sea de la sociedad ideal, como consecuencia del carácter esencialmente histórico de la sociedad y del pensamiento humano.
Leo Strauss
Siempre que te enfrentes al enemigo conquístale mediante el amor.
Mahatma Gandhi
La expansión de la totalidad del cosmos no era sino la reducción de todas sus unidades físicas y de la longitud de onda de su luz.
Olaf Stapledon
Todos tenemos algún antepasado imbécil. Todos, en algún momento de nuestras vidas, encontramos el rastro, las huellas vacilantes del más pelmazo de nuestros antepasados, y al mirar ese rostro huidizo nos damos cuenta, con estupor, con incredulidad, con horror, de que estamos contemplando nuestra propia cara que nos hace guiños y muecas amistosas desde el fondo de un pozo.
Roberto Bolaño