Una mujer de cuarenta años sólo tiene atractivos para aquellos que la amaron en su juventud.
Stendhal
Llegó el momento en que el sufrimiento de los demás ya no les bastó: tuvieron que convertirlo en espectáculo.
Amélie Nothomb
Quiero vivir tan sólo para el amor del hombre y como artista. Como amante, como creadora. Nada de maternidad, de inmolación, de generosidad. La maternidad sería otra vez la soledad: dar, proteger, servir, entregarse.
Anaïs Nin
¿Por qué nadie llama vándalos a los partidospolíticos que llenan las paredes con su basura en vísperas de elecciones?
Arturo Pérez-Reverte
La gente a menudo se hace actriz porque no les gusta algo de sí mismas: fingen que son alguien más.
Bette Davis
Si tienes que dar a tu hijo un regalo, que sea el entusiasmo.
Bruce Barton
Un alcohólico es alguien que no te cae demasiado bien, y bebe tanto como tú.
Dylan Thomas
La cocina resulta de las formas de cocinar.
Edward De Bono
La idea es primeramente algo interno e inactivo, algo irreal, pensado, representado; es lo interno en el pueblo.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
¿Conoces tú el país en que florecen los limoneros y el oro de las naranjas brilla entre el oscuro follaje, y donde una suave brisa baja de un cielo azul y se alzan airosos mirtos y rosales? ¡Ahí, ahí quisiera vivir contigo, amada mía!
Goethe
A ningún hombre debe obligársele a hacer el trabajo que puede hacer una máquina.
Henry Ford
Allí, oculta a los ojos extraños, han despejado la soleada falda de un monte, de cara al mediodía, y en ella crecen vides dispuestas en ordenadas hileras. Al recordar la belleza de aquel lugar se le parte el corazón. Hombres, mujeres y niños se desplazan lentamente por el viñedo, con los cinco sentidos puestos en el cuidado de las cepas.
Ken Follett
Leer demasiados libros es peligroso.
Mao Zedong
El Señor no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón.
Papa Francisco
La fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente.
Roland Barthes
Cuando Catón se suicidó, un pobre patricio llamado Cocio, le imitó. Al primero le admiraron, porque antes había buscado todas las salidas posibles; del otro se burlaron, pues por amor a la libertad sólo supo quitarse la vida.
Ugo Foscolo