¡Qué hermoso es sentirnos enamorados, y qué raro es saberlo!
Søren Kierkegaard
Por más dulce que ésta sea, siempre tiene su agriecito.
Anónimo
Antes que nada quiero felicitarte por ser el día más especial de tu vida, y de la mía también, ya que un día como hoy nació el ser mas maravilloso que halla podido conocer.
El temor a Dios no es el principio de la sabiduría. El temor a Dios es la muerte de la sabiduría. El escepticismo y la duda llevan al estudio y la investigación, y la investigación es el principio de la sabiduría. El mundo moderno es el hijo de la duda y la interrogación, como el mundo antiguo fue el mundo del miedo y de la fe.
Clarence Darrow
Ha llegado la hora de la mujer argentina, integramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima.
Eva Perón
¡Como un perfume que arrebata el viento, pasaron para mí las horas bellas!
Francisco Villaespesa
Las discusiones cierran las puertas de los sentidos, y siempre enmascaran la violencia.
Frank Herbert
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Jesús de Nazaret
Jamás negociemos con miedo, pero jamás temamos negociar.
John F. Kennedy
El fin último del arte contemporáneo no es crear belleza sino libertad. De ahí proviene su afán moralizador, que ha convertido en predicadores a muchos artistas.
José Antonio Marina
La grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra.
Juan Bautista Alberdi
Aunque fueras el peor de los malvados, la nave de la verdad te conducirá sano y salvo a través del mar de las transgresiones.
Mahabharata
Cuán terrible es lo que los científicos guardan en sus portafolios.
Nikita Jrushchov
Yo soy tan pobre como la naturaleza y tan simple como el firmamento, y mi libertad es tan quimérica como el canto de los pájaros nocturnos.
Ósip Mandelshtam
Amo a la Humanidad, lo que me revienta es la gente. -Susanita.
Quino
Fui, en la infancia, terriblemente feliz. Nunca me gustaron las muñecas. Para mis cumpleaños me hacía regalar arcos, flechas, hachas, rifles, cañones, soldados de plomo y esa magnífica carpa de indios que era mi gran orgullo.
Silvina Bullrich