¿Por qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?
Sor Juana Inés de la Cruz
Si algo no mengua al compartirlo con otros, no se posee correctamente si sólo se posee y no se comparte.
Agustín de Hipona
Cuando un hombre traiciona su palabra, no vale nada.
Ezra Pound
A la media noche continuaba aún la Vuelta a Francia. A la mañana siguiente, proseguía todavía la carrera. Y al mediodía. Y al caer la noche. Así durante largos meses, a través de incontables años, pues se cuenta hoy que, en ciertas noches de luna, al cabo de medio siglo de lo ocurrido, se ve aún cruzar el jardín solitario la sombra amarillo canario del esforzado ciclista.
Francisco Tario
No sé por qué no iba a haber una máquina que escribiese las cartas de amor ¿acaso no son todas iguales?.
George Bernard Shaw
A unos esclavos se les compra con dinero; a otros, con adulación. La moneda empleada en este tráfico es lo menos importante. La señal distintiva de la esclavitud es tener un precio y venderse por él.
John Ruskin
¿Qué es la felicidad? Es el momento antes de necesitar más felicidad.
Jon Hamm
Son vanas y están plagadas de errores las ciencias que no han nacido del experimento, madre de toda certidumbre.
Leonardo da Vinci
Ya no tengo miedo de morir, eso ya me ha ocurrido.
Leonardo DiCaprio
Te voy a decir una cosa. Si lo intentas y pierdes, no será culpa tuya. Pero si no lo intentas y perdemos, será por tu culpa.
Orson Scott Card
Cuando bebas agua, recuerda la fuente.
Proverbio Chino
Una autobiografía es un necrológica en forma serial a la que le falta la última entrega.
Quentin Crisp
La clase trabajadora puede ser perjudicada, degradada u oprimida de tres maneras: descuidándolos en la infancia, cuando se los sobre carga de trabajo o cuando se les paga bajos salarios por su trabajo.
Robert Owen
Todo lo que puede valuarse carece de valor. El mérito que se somete a número y a medida, parece una mercancía que se remata al mejor postor.
Severo Catalina
La realidad es relativa, depende de con qué lente la mirés.
Sylvia Plath
Lloramos cuando nacemos, no cuando morimos.
Thomas Bailey Aldrich