Pon más fuerza en la nobleza de tu carácter que en los mismos juramentos.
Solón
Soy solamente un médico vulgar y silvestre. Todo lo que quise fue fundar un pequeño hospital. Pero los pacientes comenzaron a llegar interminablemente y hubo quienes donaron tierras y otros que quisieron ayudar, de modo que creamos una gran familia.
Albert Schweitzer
Los espectáculos públicos representan actualmente un papel comparable al que representó en la Edad Media la religión.
Aldous Huxley
Entra una nueva pena y las viejas penas de la casa la reciben calladas, no muertas.
Antonio Porchia
Porque también es bien sabido que tanto Dios como el diablo han mostrado últimamente con creces, no tener nada de perfectos y sí mucho de torpes, se les ve a menudo llegar tarde al teatro de sus operaciones.
Enrique Vila-Matas
No creo en casi nada que no salga del corazón.
Fito Páez
No puedes detener la primavera, pero la puedes aprovechar al máximo.
Friedrich Hebbel
Encontramos a menudo una benevolencia inexplicable que nos ofende, porque demuestra que no se nos toma bastante en serio.
Friedrich Nietzsche
Pues estaba acostumbrado a caminar en la noche y le gustaba mirarle a la cara a todo lo dormido.
La voluntad de ser cada uno algo, de distinguirse, es lo propio de las épocas fuertes.
Los amores son como los niños recién nacidos; hasta que no lloran no se sabe si viven.
Jacinto Benavente
Europa también tiene sus problemas, provocados principalmente por el hecho de que los países se unieron a fin de crear una unión monetaria sin tomar las oportunas medidas políticas e institucionales para que esa unión funcionara, y van a tener que pagar un elevado precio por ese fracaso.
Joseph Stiglitz
Quizá se reía de sí misma. No todo el mundo es capaz de eso.
Jostein Gaarder
El hombre puede vivir y estar sano sin que tenga que matar animales para alimentarse. Si come carne se hace culpable del asesinato de los animales, sólo para dar gusto a su propio paladar.
León Tolstói
La realidad es relativa, depende de con qué lente la mirés.
Sylvia Plath
Déjame con mi vena de poeta, y no quieras que tenga la de loco.
Tomás de Iriarte