No me arrepiento de las miles de veces que vine a casa con las manos vacías, después de haber perdido todas mis provisiones y cebo. Cuando los días se hacen tan sombríos como ese, entonces sabes que pronto encontrarás el tesoro.
Soichiro Honda
Querer lo que no se podía tener sólo llevaba a la desesperación y la locura.
Cassandra Clare
Necesito de alguien, que me mire a los ojos cuándo hablo. Que escuche mis tristezas y desiertos con paciencia y aún cuándo no comprenda, respete mis sentimientos.
Charles Chaplin
Lo más grande del Rock&Roll es que alguien como yo pueda ser una estrella.
Elton John
Cuando tenía 5 años y vivía en Israel, había un niño mayor que yo y mucho más grande que se divertía molestándome. Un día lo esperé a la vuelta de la esquina, y sosteniendo una varilla, le di tan fuerte como pude a la altura de sus rodillas. Esa fue la última vez que se metió conmigo. Nunca dejes que nadie se meta contigo, jamás.
Gene Simmons
Es gran virtud del hombre sereno oír todo lo que censuran contra él, para corregir lo que sea verdad y no alterarse por lo que sea mentira.
Goethe
No puede herirnos la injuria sino cuando la recordamos; por ello la mejor venganza es el olvido.
Harold Hart Crane
¿Así que estabas tan afligido que te compraste un Jaguar?
Joe Pantoliano
Casi todo lo que habla la historia no es otra cosa sino peleas y matanzas.
John Locke
Casi nunca un tipo muy listo es un hombre bueno.
John Steinbeck
Yo quiero ser jaguar de tus montañas, arrastrarte a mi propia madriguera, para poder abrirte las entrañas... ¡Y ver si tienes corazón siquiera!
José Santos Chocano
Cuando hay muchas luces, también las sombras son mayores.
Julio Iglesias
La historia del siglo XX es la historia de las utopías convertidas en campos de concentración.
Octavio Paz
Una novela larga será siempre una sucesión de novelas cortas.
Pío Baroja
Sí se puede fiar el que es prudente, del sol de enero y de mujer ausente.
Tirso de Molina
La conciencia del amor propio está tan profundamente arraigada en las cosas más elevadas y más espirituales, que no puede arrancarse ni viviendo en un campo de concentración.
Viktor Frankl